Esperó, siguió esperando, había
esperado toda su vida, las cosas normalmente no llegan si no vas a buscarlas
pero a él le llegó su sueño. Sin duda un afortunado, pero el sueño le llegó
cuando era casi imposible hacerlo realidad, cuando estás tan ligado a tu vida
que es muy complicado olvidarse de ella para vivir. Dejó de esperar, quiso
aprovechar su suerte y persiguió su sueño, abandonó su vida aunque fue incapaz
de terminar de romper con todo, pero su mayor error fue que persiguió demasiado
su sueño y se olvidó de vivirlo. Envuelto en dolor no tuvo mas fuerzas y se
rindió. Ahora ni tan siquiera esperaba pero cada día se maldecía por haberse
rendido. Tal vez en aquellos días de final de primavera volvieran las fuerzas,
tal vez volviera la suerte.