jueves, 11 de noviembre de 2010

Cuando la distancia es tan grande
que un solo paso la puede recorrer
y siento el vértigo de saltar entre dos mundos
quiero huir a un lugar mas tranquilo
donde la soledad me reciba
con su dulce caricia.

Porque dos mundos viven en mi
y tu solo conoces uno,
y el otro no es mejor ni peor,
y puede que ni tan siquiera diferente.
Pero nadie ha conocido jamás los dos.

Porque conoces lo mas oculto,
lo que guardaba solo para mí,
lo que nadie había visto nunca,
me da vértigo saltar entre dos mundos
tan solo dando un pequeño paso.

Tienes acceso a mi mente,
pero mi cuerpo es diferente
y lleva su propio camino
caminos no siempre convergentes.

Y tú, queriendo deslizarte entre dos mundos,
esperando a que abra una puerta
eternamente cerrada.
Y con cada llamada ceden los goznes
y se resiente su estructura
Y con cada llamada los cierres
quieren sellarse para siempre.
Pero ninguna puerta ha resistido eternamente.

Y deseo tanto tu llamada
como espero que no vuelva nunca,
y deseo tanto tu llamada
que maldigo saber que un solo paso
es suficiente para saltar entre dos mundos.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

En un mundo inmenso vi una puertita. Era pequeña si, pero estaba pintada de mil colores. La curiosidad me llevó a acercarme y cada paso que daba la puerta crecía y crecía o tal vez fuera yo el que me sentía más pequeño.
Me coloqué justo enfrente, ya podía verla bien, era una puerta de tamaño normal, de color normal y como es normal también con las puertas estaba cerrada. Si era tan normal ¿qué había causado esos efectos ópticos?
Azuzado por la curiosidad piqué a la puerta y sin tardar mucho se abrió. No diría que tenía miedo pero si dudas, entrar en un sitio desconocido tiene tantas dosis de emoción como de peligro.
Dentro había miles de puertas y las paredes estaban decoradas con millones de palabras y en cada puerta, bueno en todas no pero si en muchas, había colgada una sonrisa. He entrado en un mundo nuevo, me dije. Un mundo nuevo para explorar y parecía, aun lo parece, algo atractivo.
Miraba a cada puerta pero no me decidía por ninguna y derepente, sin previo aviso, una se abrió y pude entrever lo que había dentro, luego se abrió otra y otra y otra más. Había tanto que mirar que no sabía dónde fijar mis ojos.
No sabría decir dónde he entrado exactamente pero si se que he estado muchas veces en sitios así. Este es diferente, extraño para mí, pero tiene tantas cosas en común con otros en los que he estado antes que solo los matices, los importantes matices, lo hacen diferente.
De una de las puertas sale magia, de otras palabras, de otras sentimientos… Algunas parecen fuertes, casi indestructibles, otras en cambios parecen tan frágiles que el más leve aliento de cualquier persona podría derrumbarla. Algunas son grandes y ostentosas, otras pequeñas y discretas, otras coloridas, otras trasparentes, opacas, gruesas, finas las hay de todas las clases. Si te gusta abrir puertas aquí tienes muchas que están esperando que las abras pero, aunque todavía no encontrado ninguna, seguro que hay algunas que no se abren. De momento solo llamo a las que tienen una sonrisa.
No se dónde estoy pero he estado en muchos sitios así antes, tan iguales y tan diferentes a la vez, tan comunes y tan individuales, con unas características homogéneas y a la vez tan tremendamente personales.
Viéndolas de lejos todas las puertas de entrada parecen iguales solo cuando entras por ellas eres capaz de distinguirlas.
Este lugar es agradable, está lleno de sonrisas, de pensamientos, de intriga, de magia… aunque se que también guarda otras cosas menos amables pero tremendamente humanas.
He estado antes en sitios parecidos pero este es de los que te apetece seguir explorando, plantar tu tienda de campaña y salir a recorrerlo a pie, sin prisa, perdiéndose en los detalles aun sabiendo que es un mundo tan grande que una vida no es suficiente para conocerlo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Cuánto se puede esperar?
los días vuelan con alas de sueños,
de esos sueños por conseguir
que nunca llegan.
Esos sueños en los que se hunden
todos los castillos.

Una caricia, un leve roce de su suave tacto
y todo empieza de nuevo,
aunque el fin estuviera cerca,
tan cerca que el dolor era infinito.
Una pausa, una luna llena suspendida en el cielo.
Pero volverá de nuevo.

Cuanto mejor sería acabar ahora,
dejar de atesorar momentos,
dejar de sufrir por conseguirlos,
dejar de inventar que han sido algo.
Ese algo mas que nunca llega.
¿Cuánto se puede esperar?

martes, 14 de septiembre de 2010

Allí, dónde todos los ojos son claros,
donde la verdad parece mentira
porque la mentira es lo único cierto.

Allí, dónde los espacios son infinitos,
y por mucho que alargues tu mano
jamás podrás sentir el tacto de nada

Allí, dónde las miradas son pétreas y frías,
y los instantes se congelan
mientras fluye la vida.

Allí, esperando a que todo llegue,
a que no llegue nada,
a que nada pase mientras pasa algo.

Allí, escondida tras una imagen falsa,
escondiendo su ingenio, su belleza,
su fuerza, su color, el color de la vida.

Pudriéndose en conversaciones vanas,
aguantando impertinencias, aguantando el dolor,
sujetando el alma apenas con la punta de los dedos.

Allí, allí mismo estaba,
sonriendo a la vida en la espera,
esperando un instante de vida.

Y lo encontró, allí,
allí dónde era imposible,
allí dónde no había nada.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Oscuridad. No veo nada. No siento nada. No quiero nada.

Silencio. No escucho nada. No tengo nada. No deseo nada.

Vacío. Siento el tacto áspero de la duda. No puedo huir. Caer es mi destino.

Lejos ¡tan lejos!. ¿Hasta cuando? ¿Por qué? ¿Hasta dónde?

Un sueño. Para siempre. Vacío y sin sentido. Sin límites.

¿Y tú?. Puedes salvarme. Puedes llenarme. Necesito tu asidero.

martes, 20 de julio de 2010

Entre siete paredes,
sin salida, sin alma.

Entre siete paredes
escondido para siempre,
eternamente arrinconado.

Entre siete paredes,
olvidando el dolor,
alimentando la ira,
deseando venganza.

Entre siete paredes
conspirando en silencio.

Entre siete paredes
inundadas en lágrimas.

Entre siete paredes
sin poder amar más,
sin desear el amor,
amando el dolor
de amores perdidos.

Entre siete paredes
sin esperanza, sin miedo,
sin sueños, sin nada.

Entre siete paredes
esperando la muerte.

sábado, 10 de julio de 2010

Como el color en un mundo oscuro, como la sombra cuando el sol derrite el alma, como el acido sabor de una fruta fresca en una boca llena de ceniza…

Como la insondable mirada de ojos infinitos, como el tacto de unas manos trabajando el barro, como el olor de una vida que se acaba…

Como el vino corriendo por mis venas, como el sueño que se acaba al acabar la noche, como la risa que no se acaba nunca…

Así nace, buscando el dolor en lo sencillo, huyendo de un mundo que no es suyo, gritando a ese mundo que la escuchen.

martes, 6 de julio de 2010

Es así, profundo y silencioso.
Sin duda para la traición y
abocado al mayor de los desastres.
Desnudo y descarnado pero
sobre todo solitario.
Sumergido, hundido en si mismo,
sin posibilidad de victoria,
comprendiendo el final
pero sin asumir nunca las consecuencias.
¿Hasta cuando?
Hasta olvidar el deseo,
hasta desear el olvido,
pero sin poder huir,
sin posibilidad de tregua,
sin descansos.
Y es así. Y lo es sin desearlo,
y lo es sin quererlo,
sin buscarlo,
sin pensarlo.
Y lo es a pesar de la lógica
Y lo es a pesar de la razón.
Y lo es a pesar de todo
Y lo es todo a pesar de nada.
Y es nada porque sencillamente
es imposible que sea.


Por encima de la prudencia,
tan por encima del descaro,
tan abiertamente que la sospecha misma es sospechosa.
Nadie puede juzgar
porque nada se oculta
aunque se oculte todo.
Tan trasparente que la luz
no puede penetrarlo
y se convierte en un reflejo irreal
de algo que no existe
porque no puede existir.
Imposible en si mismo
posible sin duda.
Tan luminoso como la noche más oscura
Tan cierto como la mayor de las mentiras
Y sobre todo presente ante los ojos de todos
pero no ante los nuestros.