Estimadas personas lectoras de este blog,
Xarle se coge hoy vacaciones,
diría que merecidas si no fuera porque es un vago redomado que ni se toma la
molestia de despedirse el mismo, y no volverá hasta el uno de septiembre. Nos
deja, al menos a mi, con una historia a medias por lo que tampoco sería de
extrañar que apareciera algún capítulo mas antes de esa fecha, me consta que
tiene ganas de terminarla, pero con este hombre nunca se sabe y es posible que aun
queriendo no encuentre el momento y si lo encuentra no tenga los medios
necesarios.
Ram, los Roes tendrán que esperar
para ser liberados de su encierro. No, no es una gran historia pero tiene cosas
que me gustan. Soy lector habitual de ciencia ficción y la verdad es que tiene
algunos elementos interesantes en este sentido pero que quedan bastante mal
desarrollados. Esconde -esconder no, es algo evidente- una historia de amor de
la que en realidad no se sabe nada y me temo que tampoco se sabrá. Las
historias de amor me suelen parecer una horterada pero esta sorprendentemente
me interesa porque cruza la narración expresando y golpeando con sentimientos
que la mayoría de las personas hemos vivido y con los que te puedes
identificar. También cuenta como es una sociedad, no una sociedad del futuro,
si no la nuestra, tal vez exacerba lo que sucede pero si como en estos días
vemos que se borra el disco duro de un ordenador que guardaba información
delictiva y el encausado es el informático, puede ser que entregado a la causa
pero sin duda un mandado, pues tampoco me parece una visión exagerada del
sistema. Y por último una narración en primera persona de lo que parece un
hombre reflexivo y que sin embargo se comporta por impulsos, un ser humano como
otro cualquiera. Una buena persona pero a la vez egocéntrico, egoísta, perverso.
Atrapado en una vida, como lo estamos todos de una u otro manera, y lanzándose a
una aventura para cubrir el vacío de una perdida, para redimir una culpa con la
que no puede vivir, de la que seguramente no fuera el único culpable aunque
cargue con todo, y con una esperanza, un sueño, un deseo que sabe perfectamente
que no llegará nunca.
No, no es una gran historia pero no
está mal del todo y viendo la trayectoria de Xarle nunca llegué a pensar que pudiera
escribir algo así, casi casi se parece incluso a una novela y aunque sea mala
tiene la suerte de estar a punto de terminar una de esas cosas que algunas
personas se ponen como objetivo en la vida “escribir un libro” y que casi nadie
hace, otra suele ser “plantar un árbol”, actividad por la cual creo que no
tiene ningún interés mas allá de plantar pinos en sentido figurado y por
necesidad fisiológica. Pero dejémoslo aquí que esto está tomando inciertos
derroteros.
Feliz verano en nombre de Xarle –y
de paso en el mío propio aunque de mi ustedes no sepan que pinto aquí- que pasen
buenas vacaciones si las tienen y si no las tienen piensen en la suerte que
tienen de estar trabajando en los tiempos que corren. Una mirada positiva a una
vida que a veces nos empeñamos en mirar con malos ojos y que, como la historia, no
es tan mala, lo que la hace buena o mala es los ojos con la que la leemos.