Hierro forjado, oxidado
con el paso del tiempo,
vestigios de una pasado
no tan lejano,
un pasado que al sabor de
la melancolía
deja un regusto de
tiempos de mejores
para aquellos que apenas
lo recordamos.
Otros tiempos, diferentes,
pero no mejores.
Corazones fundidos en los
altos hornos,
barrenados en minas
oscuras llenas de muerte,
donde el sol solo asomaba
al grito de “all iron”,
estampados con los golpes
de la máquina herramienta,
naufragando en los
grandes astilleros.
Somos hierro aunque lo
estemos olvidando.
Aquella ría de aguas
oscuras, contaminadas por un sueño,
por la ambición, por la
codicia,
donde encontraron la vida
gentes de tantos lugares,
donde vinieron también a
encontrar la muerte,
sus aguas ahora mas
limpias pocas veces son transparentes,
siguen fluyendo hacia un
mar donde redimirse para volver al cielo.
En aquella ría nació lo
que somos,
en aquella ría todavía
quedan muchos recuerdos,
aunque el tiempo también
los va eliminando,
memoria decadente de un
pasado.
Gruas y mas gruas,
cargaderos para llenar los barcos y vaciar vidas.
Barcos que descargaban
carbón y se llevaban sueños.
Del hierro al acero hay
solo un paso
y seguimos caminando
dejándolos atrás,
navegando ahora en mares
de plástico y silicio.
Nuestro tiempo está
pasando
pero somos hierro aunque
lo estemos olvidando.
Corazones nuevos han
nacido al calor de nuevos tiempos,
otros tiempos, diferentes,
pero no mejores,
corazones que no han
vivido a hierro
pero que no deben olvidar
que son obreros.
Huele a lluvia, huele a
mar, la vida sigue,
y no se puede vivir
aferrado a los recuerdos
de unos tiempos
seguramente peores,
pero no conviene olvidar,
somos hierro y eso nos
hizo fuertes,
y ahora estamos dormidos,
fragmentados,
adormecidos por el bienestar
que habíamos soñado
para despertar en la
realidad de una nueva pobreza.
Huele a lluvia, huele a
mar, la vida sigue
y hay que seguir
caminando,
no olvidemos el pasado.
Que ese hierro oxidado
nos recuerde de donde venimos,
para ayudarnos a ver, a
comprender, a donde vamos.
Hierro forjado, oxidado
con el paso del tiempo,
vestigio de un pasado no
tan lejano,
testigo de un futuro que
está en nuestras manos.