Pues si tengo polla y no la tengo
ni grande ni gruesa. Las tías no lo entenderéis pero eso condiciona la vida de
un tío más de lo que pudiera parecer. ¿Qué simpleza no? medirnos como hombres
por el tamaño de nuestro miembro, por nuestra virilidad, por cuantas tías nos
hemos follado. Pasan los años y visto en la distancia es una gran tontería pero
cuando eres un adolescente, cuando eres todavía joven condiciona y mucho, puede
crearte complejos y convertirte en cosas diferentes a las que hubieras sido con
el pene de otro tamaño.
Alguien dijo una vez -la verdad
es que no me acuerdo quién, ni putas ganas que tengo de mirarlo- que el hombre
había llegado a la luna para impresionar a una tía. Seguramente no fue así, seguramente solo pensaba en follarsela hasta cansarse, pero la otra versión es
más suave e introduce el amor como elemento, aunque es igual de machista. Soy de
los que piensa que los hombres tenemos factores genéticos y culturales que nos
impulsan a follarnos a todo lo que se mueve y vivimos frustrados porque
normalmente follamos poco y nos masturbamos como monos. El ser humano debe de
reproducirse, no se si la vida tiene algún sentido o no, pero la vida en si
misma debe tenerlo porque cualquier ser vivo se afana en reproducirse y
perpetuar la su especie. De los factores culturales no voy a hablar, solo decir
que creo modulan ese ansia reproductiva pero, los hombres, como animales que
somos solo pensamos en follar. Y pensamos mucho mas de lo que las mujeres
creeis. Mirad a vuestro alrededor… pensad en los hombres que trabajan con
vosotras, en vuestros vecinos, en vuestros amigos… seguramente alguna vez,
probablemente bastantes, os han evaluado y han pensado a esa me la follaba o no
me la follaba y la respuesta puede ser diferente cambiando el día. A veces los
tíos vamos por la calle y hacemos lo mismo con las tías que nos cruzamos y
decidimos en decimas de segundo si nos la tiraríamos o no, e incluso que
guarradas haríamos con ella. Si, pensamos continuamente en sexo, mucho mas de
lo que creeis mucho mas de lo que confesamos. El eje de nuestra vida es el pene
y ya os he dicho al principio que cuanto mas grande sea el eje pues mas
contentos estaremos.
Ya se que no os sorprendo con lo
que digo, por muy descarnado y bestia que esté siendo, se que ya sabéis de que
vamos. Pero os sorprendería estar en nuestra mente eso os lo aseguro, lo que
veis es solo la punta del iceberg y a nosotros lo que nos gusta que nos vean es
la polla.
El amor es una puta mentira una acumulación
de hormonas disparadas, una acomodación cultural de la genética pero lo mismo
podría decir del sexo, también otra mentira pero por lo menos trae orgasmos, el
amor a veces trae la felicidad, el amor a veces trae sufrimiento.
¿No sentimos amor los hombres? Joder,
pues claro que lo sentimos, a veces lo sentimos tanto que se nos quitan hasta
las ganas de follar y os aseguro que eso es algo muy grande, algo muy a
valorar. Pero si; los hombres también amamos y somos capaces de hacerlo con
intensidad con fuerza, convertir a la persona amada en el centro de nuestras
vidas quitándole ese honorífico puesto al pene.
De verdad. Amamos. Amamos.
Amamos. A veces nuestro corazón se destruye y se pudre de amor, a veces nos
destruimos a nosotros mismos por amor, rompemos todas las barreras por amor,
escribimos, cantamos, creamos… y somos felices por amor. El amor los desborda
todo para bien y para mal. No os voy a hablar del amor, vosotras sabéis de lo
que hablo y los hombres también lo saben.
Solo querías que os hicieras una
idea de cómo somos los hombres, incluidos aquellos que, como yo, somos capaces
de escribir horterada tras horterada. Si he escrito tanto seguramente es porque
quería calzarme a alguna. Cada hombre usa sus estrategias para hacerlo aunque os
aseguro que esta no es la mas efectiva, estar bueno y ser un descarado hará que
folles muchísimo más.
Leed lo que queráis en estas
líneas, total son una mierda de ideas sobre los hombres y el sexo,
interpretarlas como querías. No, todos no somos iguales, y habrá tios a los que
le des asco todo lo que he escrito. La mayoría en cambio pienso que se sentirán
identificados aunque nuestras vidas nos son tan limitadas como parece inferirse
de mis palabras.
Solo una cosa más. Aunque sea
complicado de ver y de creer, y mas después de todo lo que he dicho, esto no lo está escribiendo mi pene, no lo está
escribiendo mi cabeza. Lo creáis o no esto lo escribe mi corazón, esto lo
escribe el amor. Esto lo escribo porque, increíblemente, y en contra de nuestra
naturaleza, de nuestro acerbo cultural, de lo que somos y parecemos, los
hombres también amamos. Amamos tanto, amamos tan a lo burro, de una manera tan desmedida, que nos olvidamos de la vida y hacemos locuras que somos incapaces de comprender.