miércoles, 18 de octubre de 2017

Ya hace un tiempo que se fueron las lluvias,
se fue el olor a tierra mojada,
la hierba fue perdiendo su color,
los árboles sus hojas,
y del manto amarillo de muerte no nació nada.
La tierra se fue secando hasta agrietarse
y lo que fue un bosque torno en desierto
donde quedaban las huellas marcadas
de lo que somos de lo que fuimos
hasta que un simple soplo de viento
las arrancaba para siempre
sin dejar ni un solo rastro de nosotros.
Se fueron las lluvias, se fueron para siempre,
se fue la vida pero quedó la tormenta,
miles de rayos, de truenos, de relámpagos
pero ni una solo gota de lluvia, ni una gota de vida,
el eterno recuerdo de que estuvieron ahí,
la eterna esperanza de que volvieran,
la certeza absoluta de que nunca volverían.
Y así nacieron mis lagrimas negras,
tan muertas como el suelo donde se derramaban.
Ahora ya no importa, hasta las lágrimas se secaron
y mi piel con ellas, mi corazón con ellas, mi vida con ellas.
El camino hacia la muerte es mas feliz
recordando el verdor de aquellos días
en los que creí que la primavera sería eterna.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Fueron tiempos mejores,
otros tiempos, no sin problemas,
pero tú sonrisa lo borraba todo,
esa que no podíamos evitar poner al vernos,
esa triste mirada al despedirnos.
Habría más días, miles de días,
eso pensaba pero no los hubo
y tal vez ahora ni tan siquiera
pueda contar mis días por miles.
Cruel destino.
Confiaba en una segunda oportunidad
y ahora solo puedo pensar en seguir viviendo
para poder seguir contándolo.
Hoy he recordado tus manos,
esas que un día trataron de coger las mías
para consolarme y que por un momento rechace,
y un segundo después rectifiqué
pero era demasiado tarde.
Esas manos que una vez tuvieron las uñas
lacadas en verde. Me encantaban tus manos.
Toda tú me encantabas.
Pero los años han pasado
y tú ya te habrás olvidado de mí
y tal vez pronto sea tan solo un recuerdo
para cualquiera.
No has querido saber de mi
y yo te sigo recordando todos los días,
tal vez esta tortura acabé pronto.
Morí el día que me dejaste,
no lo sabía pero había muerto,
creí renacer pero solo sirvió
para darme cuenta que había muerto.
¿Qué más da si mi cuerpo muere también ahora?
Pelearé para que no suceda,
para que siga habiendo un camino a la esperanza.
Morí aquel día, ahora tan solo sigo respirando.


jueves, 5 de octubre de 2017

Hace algunos días cumplí un año mas. Nunca le había dado demasiada importancia al hecho de cumplir años pero las circunstancias hacen que ahora cobré una especial importancia seguir cumpliéndolos. Curiosamente, aunque con los años uno, al menos yo, va perdiendo la ilusión por esa fecha en concreto, este año me tuvieron que recordar que era tan señalada fecha, supongo que ahora lo que importa son los días no los años, supongo que ahora tengo una preocupación que, por muy bien que lo esté llevando, no deja de nublar muchas de las cosas que en otras circunstancias eran importantes.
Pero no, nadie o casi nadie de las personas con las que me relaciono dejó que se me olvidara esa fecha. Al contrario, recibí mas felicitaciones que nunca. No se a que atribuirlo la verdad, quiero pensar que las personas me tienen aprecio (y de muchas de ellas estoy convencido que es así) pero tal vez algunas se dejaran llevar por la lástima (cosa que yo no siento por mi mismo), o por cualquier otro sentimiento. Lo que mueve a las personas a hacer las cosas que hacen a veces es un secreto hasta para ellas mismas. A veces no somos capaces de comprender nuestras propias motivaciones. Al menos yo a veces no me comprendo a mi mismo en muchas ocasiones, y en otras que creo hacerlo tal vez esté equivocado.
Pero ¿qué mas dan las motivaciones? el caso es que me hicieron sentir bien con las felicitaciones, que me hacen sentir bien por la constante preocupación, que me hacen sentir bien cada momento que me cruzo con alguien. Tal vez esté alimentando mi propio egocentrismo al pensar que algo habré hecho bien para estar en la mente de tantas y tantas personas aunque solo sea por un instante. Alguien me dijo una vez que era una de esas personas tóxicas y nunca he descartado, y sigo sin hacerlo, que tuviera razón. Había dolor en aquellas palabras pero el dolor no tiene porque estar reñido con la verdad, sin embargo esta jodida enfermedad y en la que salvo milagro la mejor expectativa es la cronificación y todo el cariño que estoy recibiendo me hace alejarme un poco mas de esa teoría. Nunca me alejaré del todo, es imposible que me aleje, porque esas palabras calaron muy profundo dentro de mi y porque alejarse de ella me acercaría al mas puro de los egocentrismos y de entre todos mis defectos seguramente el egocentrismo sea el mas acusado, aunque es probable que nadie o casi nadie lo diría.
En fin, como muchas veces y mas desde que me diagnosticaron, no se muy bien a que vienen las cosas que escribo. Supongo que en estos momentos tan solo necesito soltar algunas cosas que llevo dentro. Espero que en algún momento vuelvan esos tiempos en los que me sentaba casi todos los días para escribir historias que me parecían bellas.