viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Cuándo? siempre la misma pregunta,
¿Cuándo?
Antes era siempre. Ahora es casi nunca.
Los días volaban entre mensajes y sonrisas.
Ahora, ahora avanzan al ritmo
en el que se mueven las montañas.
Has decidido dedicarme menos tiempo
y mis días se han vuelto eternos
y siento que soy un espacio vacío,
una nota al margen,
un esfuerzo,
una molestia más que una ilusión.
Y las noches no son suficientes
y cada vez llegan mas tarde
y terminan demasiado rápido.
Y tengo tanto sueño, tanto,
pero te espero siempre.
Quiero ser una ilusión
y ya solo me siento una molestia,
tal vez un compromiso,
pero te quiero tanto,
tanto,
que seguiré sin dormir en cada noche.
¿Cuándo? siempre la misma pregunta,
¿Cuándo?
Quiero verte, siempre quiero verte,
cada día, cada minuto, cada segundo
deseo verte.
Verte.
Ahora tienes menos huecos en tu vida,
así lo has decidido.
Antes eran pocos y ahora escasos.
Esos momentos robados ya no son suficientes,
cada vez son más cortos
y casi nunca puedo besarte.
Es tan arriesgado, tan difícil,
pero estaré allí, siempre allí, donde me pidas.
Quiero ser una ilusión
y ya solo me siento una molestia,
tal vez un compromiso
por el que no merece la pena correr riesgos,
pero te quiero tanto,
tanto,
que volveré a correr dónde me digas.
Siempre la misma pregunta.
Siempre cúando

martes, 25 de noviembre de 2014

Sé que el tiempo se me agota. Una gran amiga, tal vez uno de esos amores que no llegaron a ser grandes porque no era correspondido, siempre me decía que hay más días que jamones. Yo era joven, ella también lo era, pero el corazón me decía que no era verdad. Ahora me lo dice el corazón y también la cabeza, y espero que ella se haya dado cuenta de lo mismo, nuestros días están contados.
Vida solo hay una, últimamente es una frase que oigo muy a menudo. Estoy en ese momento que ya no necesitas que te recuerden que has dejado de ser joven, lo siento cada mañana al levantarme y cada noche al acostarme. Lo siento cuando tengo que separar un poquito el móvil de mis ojos para ver esas letritas tan pequeñas o cuando me agacho para recoger algo que se me ha caído.
Pero sigo teniendo el espíritu de un niño, sigo teniendo alma de adolescente y a veces pienso que me queda toda la vida por delante. Me engaño a mí mismo, nuestros días, los míos también, están contados. Quien sabe lo que pasará mañana.
Ahora, cuando me encuentro ante al gran amor de mi vida, ante ese amor que solo se encuentra una vez en la vida, ahora soy más consciente de valor de cada minuto, de cada segundo. Se puede encontrar el amor pero no siempre el amor te encuentra. Cuando se dan estás dos circunstancias es cuando la vida se transforma en un paraíso en el que quisieras vivir siempre. Por eso necesito saber lo que sientes, por eso cada minuto es importante.
He dejado muchas cosas de lado, muchas, no me arrepiento y las seguiré dejando. Esta es mi oportunidad y me siento vivo. No duermo, no como, no me cuido pero me siento más vivo que nunca. Mas vivo y a la vez mas muerto. Cada segundo que no estoy contigo siento que el tiempo se me escapa entre los dedos, la incertidumbre de no saber cuando voy a verte desgarra las hojas de mi calendario. Cuando tú estás, vivo, cuando tú no estás, siento que los días se me agotan.
Tengo que decidir. Se lo que quiero. Y es posible que tu no puedas dármelo o tal vez ni tan siquiera quieras dármelo. Sé que quiero pasar mis días, mis horas, mis años, sintiendo lo que ahora siento y sintiéndome correspondido. Demasiado pedir. No puedo asegurar que yo lo sienta siempre, no puedo pedir que me correspondan siempre y menos aún cuando la duda se cierne siempre sobre mi cabeza ¿realmente me correspondes ahora? Pero tengo que decir, hay otra vida esperando, una vida llena de sueños y oportunidades, una vida diferente, tal vez otra vida sin más. Y contigo o sin ti tengo que decir hacia que vida quiero encaminarme. Vivir como hasta ahora, al fin y al cabo es una vida aceptable, o, como decía Neruda, arriesgar lo cierto por lo incierto para perseguir un sueño. Mi sueño. Ojalá quisieras acompañarme, ojala supiera tan solo que a veces piensas en acompañarme.
Algo ha cambiado. Tú lo sabes. Algo ha cambiado. Añoro esos días que amanecía con un mensaje en mi móvil o con la sorpresa de un mensaje que no contestaba a uno mío pero ahora nos vemos más que nunca. Supongo que no se puede tener todo. Tener todo es lo único que deseo. Tener todo es mi sueño.
Y cada día que pasa está más cerca y mas lejos. Y cada día que pasa es uno menos que me queda. Mar se equivocaba no hay mas días que jamones. Nuestros días se agotan, seguro que ahora Mar también lo sabe. No sé si Mar ha encontrado su sueño, yo he encontrado el mío jugando al apalabrados, los sueños suelen estar donde menos te los esperas y donde terminan los arcoíris están los regalos mas maravillosos.
Ahora, hoy, un veinticinco de noviembre de 2014 a las 18:20 de la tarde me he dado cuenta que la vida es caminar hacia la utopía persiguiendo un sueño. Me encantaría que quisieras acompañarme.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo, quien hace de la televisión su guía. Quien evita una pasión, quien no arriesgas lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite, por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en si mismo.

Pablo Neruda
Viviendo en las sombras
la luz es un deseo.
Siempre escondidos, siempre invisibles,
tan traslucidos, tan transparentes,
para que el mundo no pueda vernos.
Quiero dejar de ocultarme,
quiero quitarme esta máscara
y enseñar mi rostro al mundo,
esta máscara de mentira,
esta máscara de miedo.
Y mientras tanto paseo feliz por las sombras,
paseo feliz cuando paseo contigo.
A las sombras no llega el calor del sol
pero me llega el tuyo y ese calor es el que quiero.
Habitaré en las sombras para encontrarte,
aunque sean oscuras, aunque sean frías,
aunque en la noche se encuentren los peligros,
seguiré viviendo en la sombra mientras quieras.
Y en las sombras las flores se marchitan,
sus pétalos pierden los colores vivos,
y pierden su tersura, su esplendor,
para terminar meciéndose por un instante
apoyándose en el aire tratando de evitar su destino,
pero terminaran cayendo
y ocupando su sitio en la tierra
para hacerse uno con ella.
Si tan solo pudieran ser abono,
si tan solo una flor pudiera salir de ellas,
pero no son semilla, son muerte,
y ninguna otra cosa les espera.
En las sombras todo se oculta,
en las sombras todo muere,
tan solo algunos seres pueden vivir en las sombras.
Seres tan oscuros como la sombra que habitan.
Yo quiero sol, yo quiero vida,
quiero secarme contigo cuando la lluvia me cala,
quiero ser flor y crecer a tu lado,
y que crezcas al mío.
Quiero traerte a mi mundo, quiero estar en el tuyo.
No quiero sombras, no quiero máscaras,
me convierte en algo que no soy,
en algo peor, en algo terrible,
pero las sombras te atrapan.
La luz molesta a los ojos que no quieren ver,
a los ojos que quieren huir,
pero sin luz jamás veremos los colores.
Tan solo unas pinceladas,
como aquellas flores que pintaste un día,
-mas deberías pintar- lo que habita en las sombras muere.
Lo que habita en las sombras se envenena con lo que hay en ella
lo que habita en las sombras muere,
pero aun no es demasiado tarde
siempre hay una esperanza,
hasta que la vida deje de ser posible
habrá siempre una esperanza.
Difícil, muy difícil,
tal vez con más peligros y sinsabores que recompensas,
pero siempre hay una esperanza.
Vida solo hay una,
esa frase rebota en mi cabeza,
vida solo hay una,
no puedo desaprovechar el tiempo.
Quitémonos las máscaras y salgamos a luz.
Viviendo en las sombras la luz es tan solo un deseo.
Algo pasa de vez en cuando,
algo que cambia las cosas,
que las hace diferentes, peores.
Ignoro lo que es y cuál es el origen,
tal vez esté en mi o en ti,
o en ninguno de nosotros
pero sucede y no puedo ignórarlo.
Cuando parece que las sonrisas
no desaparecerán nunca
desaparecen o se tornan frías.
Cuando parece que nuestro mundos se unen
se abren abismos de distancia
y en mi deseo de tender puentes
los empujo para que se separen.
Me gustaría ser un adulto consciente
pero soy un adolescente enamorado
y ya se sabe que lo adolescentes
no son capaces de comprenderlo todo.
No se, supongo que tengo la culpa,
siempre espero mas de lo que puedes darme
tal vez porque yo podría darte mucho mas
de lo que estás preparada para recibir.
Y a pesar de todo o tal vez por ello,
cada día me enamoro mas,
cada día se me hace mas larga tu ausencia,
cada día unas horas sin saber de ti
son un pequeño infierno
en el que en mi cabeza
rebota constantemente una pregunta,
¿Qué ha pasado?
¿Qué ha pasado?
¿Qué ha pasado?
¿Qué ha pasado?
¿Qué ha pasado?

viernes, 21 de noviembre de 2014

Zigorraren Zai (Hertzainak)

Nazkatuta nago itxoiten
zu besterik ez daukat buruan
era bat mozkortuta
zigorraren zai nago.
Galdezka ari naiz zugatik
bainan itsuek ez dute ikusten
ta ni zentzunbakoa, tximinoakin,
tabernetatik, zure bila,
zigorraren zai nago.
Horrenbeste bezeroekin
horzak jausiko zaizkin
ta orduan zer gertatuko da
badakizu ezin dudala luzaro
zugandik urrundu, nun sartu zara.
Bila jarraitzen dut
eta guztiek aspertzen naute
ez dut ezer ikusten,
zigorraren zai nago.
Ezin dut jasan gehio
erotzen nauen hutsaldi hau
ta ni zentzunbakoa, tximinoakin,
tabernetatik, zure bila,
zigorraren zai nago.
Bapatean ageriko zara eta une batetan
emango didazu behar dudana
plazerez ixuriko dut eta berehala
berriro lasaituko naiz
non zaude.

martes, 18 de noviembre de 2014

Una palabra volando en el viento,
una palabra que no se detiene,
que se me escapa entre los dedos
cada vez que quiero aferrarla con las manos.
Como un huracán enfurecido,
arrasándolo todo a su paso,
dejando un desierto de escombros
dónde a la vida le cuesta agarrarse.
Y no dejo de mirar como la mece el viento,
esperando que un día esté al alcance de mi mano,
para poder acariciarla con una sonrisa.
Y mientras tanto la tristeza me derrota,
me vence el dolor por no tenerla,
mi cuerpo quiere rendirse e hincar la rodilla para siempre,
pero mis ojos, mis ojos nunca dejaran de mirarla.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Casicuentos de adulto para Rita: De la riqueza y otros deseos

Siempre he querido ser rico pero nunca he hecho nada para conseguirlo. Supongo que en la riqueza vemos la felicidad, ¿estáis seguros de que está ahí?. Vale que si me pongo a pensar que bien estaría yo ahora mismo en la República Dominicana tostándome al sol con un mojito y haciendo crecer mi andorga a pasos agigantados, o en Candem Town comprándome la ropa mas friki que encontrara para ponérmela solo un día o incluso un traje de cuero y una fusta para poder usarla en una orgía, o sobrevolando Nueva York en un helicóptero –que vértigo-. Tendría mi tele de esas planas de 800 pulgadas con todos los canales de pago del mercado y la casa me la limpiaría otro, mi casa por supuesto tendría piscina, climatizada claro que soy muy friolero e incluso un campo de baloncesto cubierto. Iría al futbol, al teatro, tal vez a la opera aunque me parece pelín elitista, comería en los mejores restaurantes y de vez en cuando organizaría grandes fiestas en mi casa, dónde, por supuesto, los hombres tendrían que llevar pajarita y pantalón corto y las mujeres largos vestidos de noche llenos de enormes lazos rosas. Vamos que como rico que soy también puedo permitirme mis excentricidades.
¿Está claro no? La pasta, la italiana no –no seáis burros-, el dinero permite hacer y tener cosas.
En mi vida he tenido muchos planes para hacerme rico. Vale, muchos no, alguno.
Los que me conocéis ya sabéis que mi primer plan fue hacerme rico jugando al baloncesto, vale algo gané y tal vez si no hubiera sido como el espíritu de la golosina, tal vez habría ganado algo más. Del baloncesto lo que me gustaba, y lo que me sigue gustando, es que me divierte y sobre todo esos días, como el sábado pasado, que parece que la magia sale de mis manos. Me hace sentir feliz, sobre todo cuando veo que otras personas disfrutan con mi magia, y cuanto más feliz me siento mas magia sale de mis manos.
También quise hacerme rico con la música. Cantando ya sabéis. Aquí si que resbalé bastante porque con esta voz que tengo y lo mal que entono no se puede pretender hacerse rico aunque otros con menos voz y mucho retoque digital están girando por el mundo. De la música, de cantar, lo que me gustaba y me sigue gustando es los sentimientos que mueve por dentro, a veces tristeza –muchas veces tiendo a la melancolía-, esperanza, alegría… Me gusta como me siento cuando canto, cuando canto de verdad, desde dentro, desde lo profundo, cuando siento lo que canto. ¿Sabéis? Casi siempre que esto pasa estoy solo y no hay nadie que pueda escucharlo.
Escribiendo nunca he pensado en hacerme rico pero viendo cómo viven algunos escritores siempre te da por pensar que tal vez por ahí podría venir la riqueza. Pero escribir es como cantar, es sacar de dentro algo que tienes y hacerlo visible. Vale, que tampoco se tratan de que me lean, incluso me da vergüenza por las cosas tan ridículas que escribo. Pero me hace sentir bien expresar en palabras las cosas que siento.
No se, supongo que habré tenido algún loco plan más para hacerme rico, como ser modelo de manos pero entre la operación del dedo y que no se yo si los modelos de manos llegan a hacerse ricos… estaba destinado al fracaso.
Ya veis, releo lo que escribo y me doy cuenta de que no he tenido planes para hacerme rico, que lo único que he tenido han sido planes para expresar lo que llevo dentro, ya sea con la magia del baloncesto, con esta horrible voz o con cuatro palabras mas ordenadas y tal vez sea eso, y no la riqueza, lo que me hace feliz.
Y pensando en estas cosas me da por pensar en la amistad, en el amor… Ainsss el amor, eso si que es felicidad, ahí si que hay mil maneras de expresar lo que se lleva dentro, en el amor si que existe la magia. Tal vez deba ser tema para otro día.
Pero a lo que iba. Siempre he querido ser rico pero nunca he hecho nada para conseguirlo. Será que no lo deseaba demasiado porque nunca he hecho nada para lograrlo. Es verdad que a veces las cosas llegan porque sí, te lo encuentras sin buscarlo en el camino, pero si de verdad se desea algo, si de verdad se quiere algo hay que poner todos los medios para conseguirlo. No vale con anhelarlo, no vale solo con intentarlo hay que poner todo de nuestra parte para que sea posible. Y aún así muchas veces no lo conseguiremos. Desear es mucho más que tener un sueño es tratar de construirlo.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Un viernes mas, un viernes menos,
un viernes que se escapa entre silencios
para sentirte tan lejos,
hoy demasiado lejos.
Hoy me faltas, hoy no te tengo,
y me encierro entre los versos
de una canción olvidada
tan solo para recordarte,
para sentir que estoy contigo,
hoy tan solo tengo eso
y sin eso hoy no hay nada.
No hay abrazos, no hay palabras,
y los besos se me escapan,
hoy no hay nada.
Hoy solo tengo mis sueños,
mi alegría, mi esperanza,
te echo tanto de menos,
tal vez te encuentre mañana.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Casicuentos para Rita: de los señores Fogg y Holmes

¿Conocéis Londres? Yo la verdad es que no, pero por lo que me han dicho es un lugar con personajes peculiares, serios y distinguidos y algunos dirían que elegantes. A mi llevar bombín, pajarita y zapatillas deportivas naranjas me parece una combinación estupenda pero claro no todos los ojos vemos las mismas cosas de la misma manera. Y lo que a mi me gusta a vosotros podría pareceros algo horrible. Por eso si vais a Londres no os riais que tal vez los que llevéis pintas raras seáis vosotros.
Y para personajes peculiares el señor Fogg y el señor Holmes.
El señor Fogg es el típico londinense, siempre impecablemente vestido con su traje negro, su camisa y corbata a juego y esos zapatos de charol brillante tan llamativos. Siempre serio, cumplidor de su palabra y sobre todo puntual, especialmente para el te de las cinco y para las citas en su club de caballeros. Podría decirse que es un hombre de costumbres. Y sin embargo va el tío y le da por organizarse un viaje alrededor del mundo en 80 días y vivir montones de aventuras. Curiosos estos londinenses.
El señor Holmes también es el típico londinense. Solía llevar una capa escaqueada, de cuadros, y una gorra tipo visera a juego. Un personaje bastante extravagante –raro- y excéntrico –raro también- la verdad, tocaba el violín por la noches, era apicultor –ya sabéis eso de cuidar abejas para obtener miel-, sabía mucho de ciencia, era extraordinariamente habilidosos con los disfraces, también fumaba en pipa cuando quería pensar pero la verdad que eso ya no se lleva, y era un completo desordenado. Y, sin embargo, siendo tan desordenado como era, era capaz de fijarse en el más mínimo detalle y saber cuando algo no encajaba o no estaba en su sitio, lo que le convertía en el mejor de los detectives..
Que diferentes Fogg y Holmes y curiosamente ambos son típicamente londinenses. ¿Sabéis? Ahora que lo pienso es difícil de decir quién es raro o quién es normal. Las personas somos simplemente diferentes y eso nos hace ser a la vez normales y raros depende quien nos esté juzgando. Cuando vayáis por la calle y veáis alguien con bombín, pajarita y zapatillas naranjas pensad que en Londres los raros serías vosotros.

martes, 11 de noviembre de 2014

Como cristales de cuarzo,
así son mis palabras,
de diferentes colores
y sobre todo blanco trasparente.
Así son mis palabras,
millones de moléculas acumulándose
para crear formas bellas.
Bellas pero abundantes,
aunque no carentes de sentido
y escritas desde el puro sentimiento.
Bellas pero demasiado abundantes
para parecer algo único,
algo realmente extraordinario,
aunque cada día sueñan con serlo.
Y apareces tú
y conviertes una frase sencilla en un diamante,
sin metáforas ni adornos,
tan trasparente y limpia,
pura y bella,
sin más razón para existir que su existencia.
Y soy feliz y sonrío,
y cada poro de mi piel respira,
y se me eriza la piel, de los brazos,
de las piernas, de la cara,
mi cuerpo se emociona
al contemplar la excepción de tu diamante.
Quisiera poder decirte algún día algo tan bello.
Me conformaría tan solo con saber agradecértelo.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Duermo soñando contigo, despierto en ti,
la luna de Ken Zazpi ilumina mi mañana
en acordes silencios desde mi despertador,
mi fuego nunca se apaga y solo veo una estrella,
llámame bobo lastana, pero creo que es amor.
Sonrío con la canción, me levanto de la cama,
Gari tenía razón, condenado a la esperanza,
voy por la calle bobo perdido,
esa lucecita verde que me anuncia tu llegada,
casi siempre esta apagada, tal vez mañana,
me lo dice el corazón, no la razón, tal vez mañana
y te escribo un egunon y una frase atropellada,
¡Ay Mikel!, así también la quiero yo, txoria, txori,
y que me rodeen un montón de petirrojos,
Itoiz me lo contó un día, soñó con ellos,
al igual que sueño yo, y también a mi habitación
acudieron uno tras otro hasta convertirme en ella.
Pierdo la cabeza, lo se, cuando me escribes lo hago,
la pierdo cuando te miro, y cuando toco tus manos,
Latzen se atrevió a gritar te quiero y yo sigo con un nudo en la garganta.
La esperanza en fuego y llamas, ezetz Aitor,
yo tampoco la perderé nunca y a pesar de que no esté
la seguiré esperando, baladas de amor y metal,
se que llegará, siempre llega, larga la espera, todo llega.
Una palabra otra palabra mil mensajes,
y volvemos a ser felices en las fiestas de cualquier pueblo,
Saturno es demasiado frio, pero terminaremos bailando en algún bar,
¡Joder Francis! un puto genio ¿me has mirado por dentro?
no quiero mi corazón de tango, pero también se que me engaño,
tendré que acudir al doctor de los deseos,
a que cure a este lobo hambriento, Fito tampoco pudo curarse,
las miradas cocacola son demasiado poderosas.
Y al acostarme a la noche la aurora me acompaña
y te ofrezco miles de besos, y cuando tu me los devuelves
no se han escrito canciones que expresen lo que siento.
Nunca querré escribir la confesión de Hertzainak,
siguen siendo los buenos tiempos de siempre,
y en la noche saldré a buscarte, esaiok,
aunque nunca estaré seguro de poder vencer a la vergüenza.
Un maizal me susurra que el invierno se ha ido,
pero en los inviernos rojos solo puedo pensar
en que si estuvieras aquí no haría tantas locuras,
Te encontré sonriente, querías escuchar mis palabras,
hay límites, aunque yo no los quiera, pregúntale a Exkixu,
pero escucha a Benito, loretxoa, soy yo el que te necesito.

Por la boca vive el pez (Fito & Fitipaldis) - Asi me siento

Algo lo que me invade,
todo viene de dentro
Nunca lo que me sacie,
siempre quiero, lobo hambriento.
Todo me queda grande
para no estar contigo.
Sabes, quisiera darte
siempre un poco más de lo que te pido.
Sabes que soñaré,
si no estás que me despierto contigo.

Sabes que quiero más,
no se vivir solo con 5 sentidos.
Este mar cada vez guarda mas barcos hundidos.

Tu eres aire, yo papel,
donde vayas yo me iré,
si me quedo a oscuras
luz de la locura ven y alumbrame.
Alguien dijo alguna vez
por la boca vive el pez
y yo lo estoy diciendo,
te lo estoy diciendo otra vez.

Dime porque preguntas
cuanto te he echao de menos,
si en cada canción que escribo corazón
eres tú el acento.
No quiero estrella errante,
no quiero ver la aurora
quiero mirar tus ojos del color de la cocacola

Sabes que soñaré,
si no estas que me despierto contigo.
Sabes que quiero más,
no se vivir solo con 5 sentidos.
Este mar cada vez guarda mas barcos hundidos.

No estas conmigo siempre que te canto,
yo hago canciones para estar contigo,
porque escribo igual que sangro,
porque sangro todo lo que escribo.
me he dado cuenta cada vez que canto
que si no canto no se lo que digo.
La pena está bailando con el llanto
y cuando quiera bailará conmigo.
La vida apenas solo dura un rato
y es lo que tengo para estar contigo
para decirte lo que nunca canto,
para cantarte lo que nunca digo.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Tu botas negras caminan sobre la lluvia,
no se si te das cuenta
pero yo voy dando saltitos a tú lado.
Hay días que soy sombra,
la sombra de un hombre
bajo la luz mortecina de una farola
en la noche más oscura.
La sombra camina junto a ti dando saltitos.
Hay días que soy luz,
la luz del brillo de un planeta,
una luz extraña pero intensa,
una luz que nunca ciega.
Y mi luz camina junto a ti dando saltitos.
Hay días que soy mar,
que soy desierto,
que soy un día despejado
o una nube negra de tormenta,
hay días que soy una pradera
y otros que soy bosque cerrado,
una nívea montaña en un cielo soleado,
el cuarto creciente de una luna,
un cuarto menguante muy menguado.
En realidad da igual como me sienta,
no se si te das cuenta,
pero siempre voy dando saltitos a tu lado.

martes, 4 de noviembre de 2014

La lluvia me enseña lo que soy,
los desagües anegados
no son capaces de absorber ni una gota de mi agua
y yo soy tormenta torrencial.
Lluevo y lloro, lloro y lluevo
para inundarlo todo con mi agua,
para empaparlo con mi tormenta de lágrimas,
lloro y lluevo, lluevo y lloro.
En las pieles impermeables
ni un gota cala hasta los huesos.
Fluye el agua, fluye mi ser
en momentos robados a una vida,
un robo de momentos imposibles,
encontrados cuando menos te lo esperas,
búscalos, no los encuentres,
abre las compuertas de tu presa
y que fluyan juntas nuestras aguas.
Allí estoy yo,
cuando no tengas nada mas
allí te espero.
Quisiera entrar en tu vida
pero veo que no puedo.
Allí estoy yo,
cuando no tengas nada mas
allí te espero.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Casi cuentos para Rita: de las sonrisas que viajan en sombreros

¿Habéis encontrado por ahí un gorro de bruja? Si, ya sabéis, uno de esos gorros en pico y con una ala muy grande. No me digáis que no parece un cucurucho y si lo pensáis, cuando os ponéis uno de esos gorros vuestra cabeza es como la bola de helado, y a mi me encantan los de chocolate, así que si sois negros o os ha dado mucho el sol y estáis muy morenitos cuidado que puedo daros un lametón. A lo que he iba, que no encuentro el mío. Bueno que en realidad no es mío que es de una bruja que entró el 31 de octubre del año pasado por mi ventana y me lo termino regalando. Mi gorro, el de la bruja, es violeta y tiene unas llamativas estrellas doradas, algunas más grades y otras más pequeñas. También tiene una cinta negra muy ancha, podéis llamarle banda, y está rematada por una enorme hebilla en forma de calabaza, que por supuesto es naranja como las calabazas. La verdad es que no se cómo no soy capaz de encontrarlo ¡si no hay en el mundo gorro mas llamativo! Bueno si lo veis me decís. De momento voy a contaros la historia del sombrero.
Estaba yo durmiendo a pierna suelta, roncando como un ogro, cuando de repente noté que alguien me chupaba el dedo gordo del pie. Me desperté asustado, encendí la luz y vi que la que me chupaba el dedo era una bruja que también se había asustado e intentaba salir volando con su escoba por la ventana. Pero con las prisas se aturullo y no pudo huir. Me miro con cara seria y me dijo… ¿truco o trato?. La verdad es que era bastante feilla, tenía las típicas verrugas que tienen las brujas y muchas arrugas en la cara pero también una sonrisa tan espectacularmente bonita que de inmediato se me pasó el susto.
-¿Por qué me chupabas el dedo?
-Jopetas, creía que era un caramelo gordo pero cuando lo he probado tenía un sabor un poco raro. ¿te huelen un poco los pies sabes?
-Mi dedo no es un caramelo y me has despertado de las cosquillas. ¡y los pies no me huelen!. En realidad si que me olían un poco pero me daba vergüenza reconocerlo.
-No me has contestado. ¿Truco o trato?
-Trato, trato. Prefiero trato. ¿Qué trato me propones?
-Mira, es muy sencillo. A mi me gusta mucho que me abracen y como soy una bruja a la gente le da miedo y no me abraza. Si me das un abrazo de verdad te regalaré mi gorro.
Miré aquel espectacular sombrero y aunque con un poco de miedo abracé a la bruja
-Eso no ha sido un abrazo de verdad. Me dijo.
-Si que lo ha sido. La respondí.
-No, no es verdad he notado que tenías miedo y con un abrazo se transmite cariño no miedo. Y yo quiero un abrazo de verdad, nadie quiera abrazar de verdad a una bruja.
La miré a los ojos y pude ver que decía lo que sentía. Y mirando a sus ojos me di cuenta de que tenía unas terribles ganas de abrazarla de verdad, todo el mundo cree que las brujas son malas pero son terriblemente cariñosas. Me puse enfrente de ella, la rodee con mis brazos y la apreté contra mi cuerpo dejando que su cabeza reposara sobre mi hombro. ¡Casi me saca un ojo con la punta del sombrero! Y ella también me abrazó fuerte. Paso un ratito largo y nos separamos. Se quitó su sombrero lo dejo encima de mi cama y sin decir nada mas salió volando por mi ventana. No se si volverá pero desde entonces duermo siempre con la ventana abierta.
Cuando desperté a la mañana el gorro seguía allí, así que podía estar seguro de que no lo había soñado. Le di mil vueltas, metí la mano mil veces a ver si conseguía sacar algo del sombrero como hacen los magos hasta que me di cuenta de que en realidad no era un gorro mágico. No tenía nada de especial más que esa forma y esos colores tan bonitos que ya os he contado. No os miento si os digo que me decepcione un poco, habría sido la repera tener un sombrero mágico.
Los días fueron pasando y pasando y siguieron pasando, hasta que un día llegué llorando a casa, estaba muy triste por un montón de cosas que me habían pasado. Me tumbé en la cama y mientras pensaba porque todo el mundo me rechazaba, porque parecía que nadie me quería, reparé en el sombreo que tenía cogiendo polvo en una balda. Me di cuenta inmediatamente como tenía que sentirse la bruja, lo mío había sido un día pero a las brujas las rechazamos constantemente. Me levanté de la cama cogí el sombrero y empecé a darle vueltas entre mis manos. Y cuando por fin me dio por mirar dentro, saliendo de la negrura que había en el interior, asomaba la espectacularmente bonita sonrisa de la bruja. Resulta que el sombrero si que era mágico regalaba sonrisas en los momentos más tristes y en esos momentos no hay mejor regalo
Así que comprenderéis mi desesperación al no encontrar mi sombrero, realmente no se cómo ha podido suceder, siempre lo tengo guardadito en mi habitación para mirarlo cuando lo necesito. Espera. Ahora creo que lo entiendo. Ya se porque no lo encuentro. Siempre he ido a buscarlo cuando estaba triste y lo necesitaba para que me diera sus mágicas sonrisas pero nunca me he preocupado mucho de él cuando no lo necesitaba. Y ¿sabéis? la magia de las sonrisas es que se alimentan también de sonrisas y si no terminan desapareciendo. Eso es lo que le ha pasado a mi sombreo. Pobre bruja, ahora entiendo porque necesitaba abrazos, todo el rato regalando sus sonrisas y seguramente nadie la sonríe a ella. Sonreíd siempre que podáis y más que a nadie a las brujas. Sonriendo y regalando sonrisas os convertiréis en seres mágicos.