Las palabras se engalanan,
se visten de fiesta, se adornan,
para lucir bellas, espléndidas,
preciosas palabras, conforman poemas.
Y los lees y sientes lo que sienten
ellas,
y los lees y lloras como lloran
ellas,
y ries, y cantas, y sueñas
como ríen y cantan,
como sueñan ellas.
Se derraman en versos
en papeles mojados
en cuartillas ajadas de viejos
cuadernos,
en libros que sobrevivirán al tiempo,
o en un blog como este,
manto amarillo de hojas caídas
de un árbol seco que nació en
primavera.
Preciosas palabras, pero no las mas
bellas,
y no lo son porque quieren serlo
y no lo son porque buscan serlo,
y no lo son porque no son reales,
se inventan, se crean, se muestran.
Cualquier palabra
susurrada a al oído
es mucho mas bella;
mirando a los ojos
son todas hermosas;
palabras preciosas
se envuelven en besos;
en tiernos abrazos
se esconden palabras
que gritan silencios.
Las palabras bellas,
las que son hermosas,
no hace falta escribirlas,
no hace falta decirlas,
tan solo hace falta
que el otro las sienta.
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Escribo, me gusta escribir, me gusta
que lo que escribo sea bonito, hermoso, que guste, como el pavo real que se exhibe
su cola. Pero son todo adornos, de alguna manera esas palabras son falsas por
mucho que lo que escondan detrás sean sentimientos profundamente auténticos. No
son reales. En un cuadro jamás podrás meter la mano y sentir el frio del agua
de un mar de invierno, tal vez te lo transmita por los ojos, tal vez lo mires y
pienses que esa agua esta helada y tal vez incluso te haga sentir ese frio de
esa manera pero tocarás el lienzo y no será frio lo que sientas en los dedos.
No es real, el arte es la ficción de la belleza.
No, no soy un artista, no creo que
escriba cosas especialmente bellas aunque lo intento. Si alguien ve belleza es
porque lo siento, lo bello no es la palabra, lo bello es el sentimiento. Un día
me llamaron tonto mirándome a los ojos mientras sus manos cogían las mías,
luego nos besamos. Aquel tonto ha sido la palabra mas bella que he escuchado
nunca, probablemente la mas bella que nunca llegaré a escuchar. Aquel que ha
escalado el Everest podrá pasar por mil cumbres después pero ya ha llegado a la
mas alta. Pocas ganas de escalar tengo, aunque lo daría todo por volver a
aquella montaña desde la que el mundo se contemplaba hermoso cuando no entraba
la niebla. Se puede crear belleza con palabras, se pueden escribir versos
realmente hermosos pero nunca serán las palabras mas bellas, las palabras mas
bellas son las que se sienten, las que cuando tocas el cuadro que pintan sientes
de verdad su frio, su calor, su alegría, su enfado, su tristeza, su odio… y las
mas bellas son aquellas que cuando te tocan, aunque tan solo te rocen, sientes su amor.