jueves, 12 de mayo de 2016

El placer de conspirar (Doctor Deseo)

Que este beso
sea un verso desesperado
por colarse entre tus piernas,
que tu saliva sea
una ola tempestuosa
surfeada por tu lengua
donde mi piel se ahogue.

Y ahora me atas
y me preguntas si soy tu esclavo
y yo te digo, sí, por supuesto.

Que tus palabras
que con cariño dicen barbaridades
a veces tiernas a veces sucias,
ay, mi amor, qué bien me sientan.

Que fantasía y realidad
hoy van juntas de la mano,
yo te cuido, tú me cuidarás a mí.

El placer de conspirar,
poner el mundo del revés
como dos niños traviesos,
una chispa en la mirada,
es el momento de asaltar el paraíso.
El placer de conspirar,
poner el mundo del revés
como dos niños traviesos
una chispa en la mirada
es el momento de asaltar el paraíso.

Ahora tú mandas,
ahora soy, yo luego los dos,
después mejor ninguno.
Y así bailando,
tan divertidos tan despreocupados,
haremos que Sodoma y Gomorra
sea sólo un juego de niños.

Que fantasía y realidad
hoy van juntas de la mano,
yo te cuido, tú me cuidarás a mí.

El placer de conspirar,
poner el mundo del revés
como dos niños traviesos
una chispa en la mirada
es el momento de asaltar el paraíso.
El placer de conspirar,
poner el mundo del revés
como dos niños traviesos
una chispa en la mirada
es el momento de asaltar el paraíso.
El placer de conspirar,
poner el mundo del revés
como dos niños traviesos
una chispa en la mirada
es el momento de asaltar el paraíso.