Que
este beso
sea
un verso desesperado
por
colarse entre tus piernas,
que
tu saliva sea
una
ola tempestuosa
surfeada
por tu lengua
donde
mi piel se ahogue.
Y
ahora me atas
y
me preguntas si soy tu esclavo
y
yo te digo, sí, por supuesto.
Que
tus palabras
que
con cariño dicen barbaridades
a
veces tiernas a veces sucias,
ay,
mi amor, qué bien me sientan.
Que
fantasía y realidad
hoy
van juntas de la mano,
yo
te cuido, tú me cuidarás a mí.
El
placer de conspirar,
poner
el mundo del revés
como
dos niños traviesos,
una
chispa en la mirada,
es el
momento de asaltar el paraíso.
El
placer de conspirar,
poner
el mundo del revés
como
dos niños traviesos
una
chispa en la mirada
es
el momento de asaltar el paraíso.
Ahora
tú mandas,
ahora
soy, yo luego los dos,
después
mejor ninguno.
Y
así bailando,
tan
divertidos tan despreocupados,
haremos
que Sodoma y Gomorra
sea
sólo un juego de niños.
Que
fantasía y realidad
hoy
van juntas de la mano,
yo
te cuido, tú me cuidarás a mí.
El
placer de conspirar,
poner
el mundo del revés
como
dos niños traviesos
una
chispa en la mirada
es
el momento de asaltar el paraíso.
El
placer de conspirar,
poner
el mundo del revés
como
dos niños traviesos
una
chispa en la mirada
es
el momento de asaltar el paraíso.
El
placer de conspirar,
poner
el mundo del revés
como
dos niños traviesos
una
chispa en la mirada
es
el momento de asaltar el paraíso.