lunes, 30 de enero de 2017

Y te sentí tan lejos que se abrió un vacío.
Mucho tiempo ha pasado,
domingo por la tarde,
te sentí lejos, muy lejos,
como si tan solo hubieras sido
un producto de mi imaginación,
una bella película
de la que recuerdo casi todas las escenas,
pero en la que otros eran los protagonistas.
Como si no hubiera sucedido,
tan lejos te sentí.
Y es así, no pasó nada,
para el mundo no pasó nada
y lo que sucedió languidece en mi memoria,
probablemente en la tuya también
si es que no ha muerto ya.
Me pregunto hoy si no fue un sueño,
no pude tener tanta suerte,
no puede ser que un ser tan bello,
tan perfecto, me quisiera.
No fue un sueño,
no puede haber en un sueño tanto dolor,
tanto sufrimiento,
tantas lágrimas.
Tuve suerte, sin mas,
una de esas cosas que ocurren una vez en la vida
y que, a algunas personas, no les sucede nunca.
Pero ayer te sentí tan lejos que se abrió un vació,
Hasta ayer no fui consciente
de lo que significa haberte perdido para siempre,
no verte mas,
no tocarte,
no sentirte mas.
Tus manos, tus caricias,
tus ojos, tu mirada,
tu cuerpo, tus abrazos,
tus sonrisas,
tus sonrisas,
tus sonrisas,
puedo vivir sin tus sonrisas
pero mi mundo es mas triste sin ellas,
mas oscuro,
con menos sentido aún.
Y si, te sentí lejos,
y hoy lo siento mas,
y mañana será peor,
y pasado estarás mas lejos.
Y yo te sigo queriendo,
echándote terriblemente de menos,
desando cada día que ocurra un milagro
que no sucederá nunca.
Y nunca mas iré a buscarte,
nunca volveré a intentarlo
y tu sabrás que estoy lejos
y tu sabrás que estoy vivo pero lejos
y tal vez esa sonrisa maravillosa
sea una sonrisa triste,
o tal vez, seguramente,
sentirme lejos te llene de alegría
y si no de alegría, de paz, 
y si no de paz de, calma.