Cuando el desorden es un
cajón mal cerrado,
y un cordón del zapato
mas largo que otro,
la belleza se dispara
por encima de lo que tiene sentido.
Cuando somos lo que
somos , incluso en nuestras locuras,
nuestras manías,
nuestros secretos, nuestras mentiras,
la belleza se desata en
una explosión de luz, de fuego, de
color, de calor.
Cuando la intimidad se
rebasa y no se guarda nada,
tus pensamientos, tu
vida, tus sueños, tus preocupaciones,
nace la belleza insuperable
de ser uno con él otro.
No hay nada mas que
añadir sobre el amor
cuando la belleza
perfecta está en el desorden
de un cajón y unos
cordones de zapato.