Con la llegada de estos días
santos, vaya por delante que no creo en ningún dios, me tomaré unos días de
merecidas vacaciones –en contra de mi habitual vagancia he tenido que trabajar
como un burro- y por tanto abandonaré por unos días este blog. Probablemente, y
por desgracia, no pueda prolongar estos días de asueto tanto como me gustaría
pero intentaré alargarlo lo máximo posible. A las personas asiduas lectoras –sigo
sin entender porque tengo tantas visitas- les diré que, si siguen con su
demencia lectora, como tarde en los primero días de abril volveré para
demostrar mi propia demencia en este espacio.
Os he dejado hoy un poema de una
persona Árabe. Entiendan ustedes lo que quieran pero los árabes, los musulmanes
y cualquier otra persona de este mundo son seres humanos que no son culpables
de lo que hacen sus congéneres, sus correligionarios o sus compatriotas y que
sufren como el que mas con la violencia sea en el sentido que sea.
Recuerdo en este punto como mis
padres llegaron desde sus pueblos a esta villa, buscando el sustento que allí
no tenían, buscando una vida mejor para ellos. Algunos dirán que mis padres son
del mismo país pero ¿acaso marca eso alguna diferencia? En aquellos tiempos
otras personas marcharon a Francia, a Alemania, a Sudamerica… y buscaban lo
mismo que mis padres. Hoy en día muchos de nuestros jóvenes buscan también en
el extranjero lo que aquí no están encontrando. No van a robar, no van a
quitarle el trabajo a nadie van simplemente en busca de una vida mejor, como lo
hicieron mis padres, como lo han hecho millones de personas en el mundo, como
lo hacen los marroquís, los rumanos, los Sirios –que huyen del horror de una guerra-
y tantos y tantos otros que demonizamos de todas las maneras posibles y que
enseguida nos encargamos de responsabilizar de los actos de otros.
Mohamed, Ali, Lucian, Denis,
Hayat, Nabila, Andrei, Catina, Irina, Yuri, Miguel José, Paula, George,
Jennifer… y tantos otros de cientos de nacionalidades viven con nosotros y
quieren lo mismo que nosotros, una vida digna para ellos mismos y para los
suyos y la buscan trabajando, mayoritariamente en trabajos que antes de la
crisis casi ningún autóctono quería y que ahora tampoco son deseados por la
mayoría. Lo mismo que paso cuando llegaron mis padres, los trabajos mas penosos
y peor remunerados. Se extiende la islamofobia, el miedo a las personas
inmigrantes en general y nos olvidamos de dónde venimos y por lo que pasaron
los nuestros. Vemos culturas diferentes, aducimos que no se integran, que no abandonan sus costumbres,
su cultura y hoy es el día que en ciertas zonas de mi barrio se oye mas gallego
que euskera y no pasa absolutamente nada. La interculturalidad en la clave,
coger lo mejor de cada mundo y construir juntos una sociedad donde todas las
personas podamos convivir.
Y no me quiero olvidar de los que
son los verdaderos ladrones, los culpables de gran parte de los males que sufre
nuestro mundo, los que esquilman países y siegan vidas por la codicia de
acumular riqueza y de esos también los hay de todas las culturas y religiones.
Los que construyen fábricas de mierda en la india y utilizan niños como mano de
obra, los que deslocalizan la producción de nuestros pueblos para obtener
mayores beneficios, los que no tiene ningún pudor en comenzar guerras con excusas
“santas” para hacerse con la riqueza de un país y llevarse por delante la vida
de miles de personas inocentes. Los que son responsables también de que miles
de personas se vean obligados a huir de sus países –si es que pueden- por la
guerra, por el hambre o simplemente para buscar una vida mejor que dónde viven
no es posible. Cuando alguien sale de su lugar de origen, sea de Málaga o
Casablanca deja atrás a su familia, a sus amigos, su vida… antes de juzgar a
las personas que viven entre nosotros planteemonos en que situación tendríamos
que estar para hacer nosotros lo mismo y que es lo que buscaríamos si nos decidiéramos
a hacerlo.
Amigas y amigos, personas lectoras,
no os doy mas la chapa. Disfruten ustedes de sus vacaciones si es que las
tienen y de la vida en general, que como me decía ayer una amiga la vida sigue
y es bella.
Hasta pronto!