miércoles, 16 de marzo de 2016

Casicuentos para Rita: Ciudad Mees, punto.

Ciudad Mees, excepción en el mundo, ciudad de las sonrisas, ciudad de la vida plena, ciudad de un sueño. El de Equis, el de Kaos y probablemente el de muchas personas porque Ciudad Mees representa de alguna manera el lugar donde todos queremos que nos lleve nuestra vida. Mucho se ha hablado de Ciudad Mees y todo lo que sucedió cuando cayó la niebla, cuando nació un mar que partió el mundo, -Poseidón un mar admirable, duro pero sincero , amable y acogedor, melancólico amante testigo de las perdidas, de cualquier pérdida, sobrecogedor, acogedor de lágrimas, reconstructor de vidas, un lugar donde vaciarse para volver a nacer, un mar que en Ciudad Mees fracaso en el intento-, mucho se ha hablado de lo que sucedió en Mees cuando la Ciudad ya no existía, cuando había desaparecido y sin embargo pocas palabras ha habido para expresar que hacía de Mees un lugar tan especial, tan diferente, porque se convirtió en una excepción entre miles de galaxias. Una injusticia.
Se puede leer en el dolor lo que fue Ciudad Mees.  Se puede hacer así pero jamás se hará justicia de esta manera. Equis podría hablarnos de todo lo que fue porque fue feliz en ciudad Mees. Podría hablarnos si fuera posible expresarlo con palabras, algo que estaba, que está fuera de su alcance, que estaría fuera del alcance de cualquiera por mucha capacidad expresiva que tuviera. Una injusticia que tanta belleza no pueda ser reflejada en este relato, una injusticia como lo fue que el narrador de este relato, un tal Xarle, no supiera expresar la inmensa y desbordante belleza de una sonrisa. Un fracaso, otro mas de un escritor con mas voluntad que talento, con mas sentimiento  que recursos literarios. Pero en el fondo ni la sonrisa ni Ciudad Mees pueden contarse con palabras porque ambas cosas solo cabe vivirlas, sentirlas en lo mas profundo de tu ser, en ese lugar dónde nadie, ni tan siquiera tu mismo has llegado nunca.
Una injusticia que ni Equis ni Xarle tienen capacidad de emendar y lo único que pueden hacer es no acrecentarla. Si, es bello, todo lo que se ha escrito es bello pero solo suma injusticia porque suma dolor donde hubo felicidad, suma lágrimas donde hubo sonrisas, siembra muerte en la vida misma. Por eso hoy se pone el punto a Ciudad Mees, en un nuevo ejercicio de injusticia desmesurada. No es punto final, no es punto seguido, no es un punto y a parte, es simplemente un punto que la vida se encargará de adjetivarlo cuando llegue el momento. Impredecibles como somos mañana pudiera romperse el punto y continuar el relato o pudiera no volver a nombrase nunca esta Ciudad Mees que habita entre las estrellas mas luminosas de la noche, acunada por mil lunas y con la calidez de la luz de sus soles. Pero Ciudad Mees no morirá nunca, no morirá mientras vivan Equis o Kaos, no morirá mientras alguien tenga un sueño y quiera e intente vivirlo, no morirá mientras alguien encuentre la vida plena, la felicidad plena en sus escasos días, en su corto paso por el mundo. Y esta Ciudad Mees, esta que se ha ido relatando no morirá nunca en el corazón de Xarle, no morirá jamás en la vida de quien Xarle es el alter ego y les acompañara siempre porque Ciudad Mees se ha fundido con ellos haciéndose solo uno y lo que ambos son y serán lo son y lo serán porque Ciudad Mees existió para ellos, porque vivieron en ella, porque desean volver a construirla, porque en Ciudad Mees encontraron la felicidad que da la vida plena.

Punto.

Ciudad Mees, ciudad eterna.