Ciudad Mees, excepción en el
mundo, ciudad de las sonrisas, ciudad de la vida plena, ciudad de un sueño. El
de Equis, el de Kaos y probablemente el de muchas personas porque Ciudad Mees
representa de alguna manera el lugar donde todos queremos que nos lleve nuestra
vida. Mucho se ha hablado de Ciudad Mees y todo lo que sucedió cuando cayó la
niebla, cuando nació un mar que partió el mundo, -Poseidón un mar admirable,
duro pero sincero , amable y acogedor, melancólico amante testigo de las
perdidas, de cualquier pérdida, sobrecogedor, acogedor de lágrimas,
reconstructor de vidas, un lugar donde vaciarse para volver a nacer, un mar que
en Ciudad Mees fracaso en el intento-, mucho se ha hablado de lo que sucedió en
Mees cuando la Ciudad ya no existía, cuando había desaparecido y sin embargo
pocas palabras ha habido para expresar que hacía de Mees un lugar tan especial,
tan diferente, porque se convirtió en una excepción entre miles de galaxias.
Una injusticia.
Se puede leer en el dolor lo que
fue Ciudad Mees. Se puede hacer así pero
jamás se hará justicia de esta manera. Equis podría hablarnos de todo lo que
fue porque fue feliz en ciudad Mees. Podría hablarnos si fuera posible
expresarlo con palabras, algo que estaba, que está fuera de su alcance, que estaría
fuera del alcance de cualquiera por mucha capacidad expresiva que tuviera. Una
injusticia que tanta belleza no pueda ser reflejada en este relato, una
injusticia como lo fue que el narrador de este relato, un tal Xarle, no supiera
expresar la inmensa y desbordante belleza de una sonrisa. Un fracaso, otro mas
de un escritor con mas voluntad que talento, con mas sentimiento que recursos literarios. Pero en el fondo ni
la sonrisa ni Ciudad Mees pueden contarse con palabras porque ambas cosas solo
cabe vivirlas, sentirlas en lo mas profundo de tu ser, en ese lugar dónde
nadie, ni tan siquiera tu mismo has llegado nunca.
Una injusticia que ni Equis ni
Xarle tienen capacidad de emendar y lo único que pueden hacer es no
acrecentarla. Si, es bello, todo lo que se ha escrito es bello pero solo suma
injusticia porque suma dolor donde hubo felicidad, suma lágrimas donde hubo
sonrisas, siembra muerte en la vida misma. Por eso hoy se pone el punto a
Ciudad Mees, en un nuevo ejercicio de injusticia desmesurada. No es punto
final, no es punto seguido, no es un punto y a parte, es simplemente un punto
que la vida se encargará de adjetivarlo cuando llegue el momento. Impredecibles
como somos mañana pudiera romperse el punto y continuar el relato o pudiera no
volver a nombrase nunca esta Ciudad Mees que habita entre las estrellas mas
luminosas de la noche, acunada por mil lunas y con la calidez de la luz de sus
soles. Pero Ciudad Mees no morirá nunca, no morirá mientras vivan Equis o Kaos,
no morirá mientras alguien tenga un sueño y quiera e intente vivirlo, no morirá
mientras alguien encuentre la vida plena, la felicidad plena en sus escasos
días, en su corto paso por el mundo. Y esta Ciudad Mees, esta que se ha ido
relatando no morirá nunca en el corazón de Xarle, no morirá jamás en la vida de
quien Xarle es el alter ego y les acompañara siempre porque Ciudad Mees se
ha fundido con ellos haciéndose solo uno y lo que ambos son y serán lo son y
lo serán porque Ciudad Mees existió para ellos, porque vivieron en ella, porque
desean volver a construirla, porque en Ciudad Mees encontraron la felicidad que
da la vida plena.
Punto.
Ciudad Mees, ciudad eterna.