viernes, 6 de noviembre de 2015

Días de nada

Hay días de nada,
y días y días de nada,
semanas de nada,
meses de nada
y años de nada.
Hay vidas de nada.
Levantarse y vivir,
trabajar para comer,
dormir sin soñar,
calentar el sofá
en días de nada.
Caminar sin rumbo,
existir sin sentido
y no sentir nada.
Esperar la mañana
para no esperar nada,
y al llegar la noche
la vida no cambia.
Otro día sin nada.
Y pasan los días
y días sin nada.
Respirar en vacío,
los pulmones estallan
pues no aspiran nada,
no aspiran a nada.
Y sientes el frío
de quien no siente nada,
el invierno no acaba,
ya no hay primaveras,
ni brotan las flores,
y los colores callan.
De negro se visten
los días de nada,
de lunas oscuras,
de gritos del alma,
de silencios y llantos
que mecen la calma.
Los ojos se cierran,
las manos se callan,
un cerebro inerte
en horas de nada,
en días de nada.