Te lo entregué casi todo, ¡joder! sabes que lo
hice,
no estoy seguro pero creo que te lo habría
entregado todo.
Cuantas mas puertas abría mas portazos recibía,
y lo seguía intentando y pidiéndote perdón por
intentarlo.
Podría haberte mandado mil veces a la mierda,
sabes que te lo merecías, tal vez era lo que
querías,
pero no entendías todo lo que te quería.
Por momentos me hiciste sentir que no valía nada,
que no era nadie, que no era nada,
quería entenderte, creía hacerlo, pero me dolía,
mil veces vendí mi orgullo por mantenerte a mi
lado,
el precio merecía la pena, la sigue mereciendo.
Pero hoy tengo ganas de gritar que fuiste una
cabrona,
quiero gritar que no supiste devolverme
ni una parte de ese amor que a diario te
entregaba,
y sin embargo te entiendo, entiendo tus razones.
Puto frio que hay en tu interior, congela lo que
tocas,
demasiado cerebral para intentar ser feliz,
para apreciar lo que valían cada uno de mis
gestos.
Miedo, terror a arriesgarte y perder lo que nunca
has tenido.
No se, sigo pensando que me querías, quiero
pensarlo,
por eso me duele tanto pero puedo vivir sin ti,
lo tengo casi todo y a veces pienso que tu no
tienes nada.
Me muero de pena cada vez que pienso
como se escapa esa vida entre tus dedos,
tu manía persecutoria nunca te permitirá ser
feliz,
siempre veras amenazas y no oportunidades.
No se, no se porque me sale todo esto,
creo que siento la necesidad de decir que te
quería a pesar de todo,
a pesar del dolor que sentía cada vez que me
despreciabas,
cada vez que sentía que solo era un
entretenimiento para ti.
Y si, te lo dije alguna vez, y en tus enfados veía
amor pero también que te perdía.
Ostias, me negaste una despedida, una palabra,
¿dónde cojones vas a encontrar a alguien que te
quiera mas?
¿dónde cojones vas a encontrar alguien te pueda
hacer mas feliz?
¿dónde cojones vas a encontrar una persona mejor
que yo?
Si me querías fuiste una cobarde, si no lo hacías
una hija de puta.
Y ese es el papel que llevas en la vida,
tal vez la gente te odie porque no dejas de dar
razones para ello,
tal vez esa manía persecutoria no sea una manía,
tal vez realmente te suceda porque te lo ganes,
no todos somos capaces de mirar en tu interior
para intentar entenderte, poco gente será capaz de
amarte.
Muchos desearan tu cuerpo, tu carne, tu sexo,
¿pero quién coño va a ser capaz de amar
ese monstruo negro que llevas en el interior?
Solo unos pocos, solo los que con nuestra mirada
vamos mas allá, los que buscamos que es lo que
defiendes
con tanta fiereza, con tanto ahínco, con tanta
virulencia.
Y lo vi. Lo vi y te amé. Lo vi y te seguiré amando.
Tal vez hoy me odies mas, tal vez ya me hayas
olvidado,
siento decírtelo preciosa que yo te seguiré amando
y el mayor mal que te deseo es que no me hayas
olvidado,
que en el fondo de tu corazón me sigas amando
y que sepas, que recuerdes cada día, que yo te
sigo amando.