miércoles, 27 de julio de 2016

Estimadas personas lectoras de este blog,
Xarle se coge hoy vacaciones, diría que merecidas si no fuera porque es un vago redomado que ni se toma la molestia de despedirse el mismo, y no volverá hasta el uno de septiembre. Nos deja, al menos a mi, con una historia a medias por lo que tampoco sería de extrañar que apareciera algún capítulo mas antes de esa fecha, me consta que tiene ganas de terminarla, pero con este hombre nunca se sabe y es posible que aun queriendo no encuentre el momento y si lo encuentra no tenga los medios necesarios.
Ram, los Roes tendrán que esperar para ser liberados de su encierro. No, no es una gran historia pero tiene cosas que me gustan. Soy lector habitual de ciencia ficción y la verdad es que tiene algunos elementos interesantes en este sentido pero que quedan bastante mal desarrollados. Esconde -esconder no, es algo evidente- una historia de amor de la que en realidad no se sabe nada y me temo que tampoco se sabrá. Las historias de amor me suelen parecer una horterada pero esta sorprendentemente me interesa porque cruza la narración expresando y golpeando con sentimientos que la mayoría de las personas hemos vivido y con los que te puedes identificar. También cuenta como es una sociedad, no una sociedad del futuro, si no la nuestra, tal vez exacerba lo que sucede pero si como en estos días vemos que se borra el disco duro de un ordenador que guardaba información delictiva y el encausado es el informático, puede ser que entregado a la causa pero sin duda un mandado, pues tampoco me parece una visión exagerada del sistema. Y por último una narración en primera persona de lo que parece un hombre reflexivo y que sin embargo se comporta por impulsos, un ser humano como otro cualquiera. Una buena persona pero a la vez egocéntrico, egoísta, perverso. Atrapado en una vida, como lo estamos todos de una u otro manera, y lanzándose a una aventura para cubrir el vacío de una perdida, para redimir una culpa con la que no puede vivir, de la que seguramente no fuera el único culpable aunque cargue con todo, y con una esperanza, un sueño, un deseo que sabe perfectamente que no llegará nunca.
No, no es una gran historia pero no está mal del todo y viendo la trayectoria de Xarle nunca llegué a pensar que pudiera escribir algo así, casi casi se parece incluso a una novela y aunque sea mala tiene la suerte de estar a punto de terminar una de esas cosas que algunas personas se ponen como objetivo en la vida “escribir un libro” y que casi nadie hace, otra suele ser “plantar un árbol”, actividad por la cual creo que no tiene ningún interés mas allá de plantar pinos en sentido figurado y por necesidad fisiológica. Pero dejémoslo aquí que esto está tomando inciertos derroteros.

Feliz verano en nombre de Xarle –y de paso en el mío propio aunque de mi ustedes no sepan que pinto aquí- que pasen buenas vacaciones si las tienen y si no las tienen piensen en la suerte que tienen de estar trabajando en los tiempos que corren. Una mirada positiva a una vida que a veces nos empeñamos en mirar con malos ojos y que, como la historia, no es tan mala, lo que la hace buena o mala es los ojos con la que la leemos.