viernes, 15 de julio de 2016

30.000 visitas

Cuando  un día de junio de 2009 empecé a escribir en este blog no era capaz de llegar ni a imaginar que en algún momento pudiera llegar a tener este número de visitas. Supongo que aquel día estaría aburrido y como en mi cabeza ya estaba la idea de recoger en algún sitio las cuatro tonterías que iba escribiendo para no perderlas como había sucedido con las anteriores, me dio por crearlo. Siempre he tenido cierta afición por la escritura pero durante los primeros años del blog apenas colgaba alguna cosita de vez en cuando y muchas de esas entradas las terminé eliminando. La idea era crear un blog crítico con la sociedad en la que vivimos pero soy inconstante y tendente a escribir, como los lectores habituales habrán comprobado, otro tipo de sandeces que rayan con lo hortera y la ñoñería.
Pasaron los años y los avatares de la vida convirtieron en blog enalgo diferente a lo que había pensado. Me sumía en recuerdos de tiempos pasados y escribía sobre ellos,  teniendo como inspiración lo que había sentido en aquellos momentos.  Es el punto de decir que  nada de lo que aquí se escribe es real pero si que es la realidad la que lo inspira. Y es esa misma realidad la que hizo que me encontrara con algo que cambió mi vida y me cambió a mi para siempre y el blog comenzó a crecer y crecer convirtiéndose en un regalo para la persona que hizo que cambiara. Hay sueños que, por desgracia, no se pueden sostener toda la vida y la realidad cambió de nuevo y cada vez escribía menos, pero llegó el punto en el que comprendí que esto era algo que me llenaba –cubría un vacío-, que me permitía expresarme y desde entonces procuro sacar un ratito todos los días (laborables) para subir algo al blog. 
Y llegamos a 30.000 visitas. Cuando al principio miraba y veía que había subido una unidad  al marcador casi que daba un salto de la silla, no lo hacía por mantener la discreción, podían pasar meses sin que se moviera y cada visita suponía tanta alegría e ilusión como sorpresa. Pero poco a poco, a medida que iba escribiendo cosas  fue subiendo y desde hace unos dos años tengo mas de mil visitas al mes y no deja de crecer. Es cierto que cualquier blogero que se precie se descojonaría de mí porque mi número de visitas no es muy alto pero para mi, perdonen ustedes la expresión, es la ostia y cada vez que el marcador sube sigo sintiendo la misma ilusión y alegría.

Dicho esto creo que solo me queda volver a agraceros la alegría que me dais cada vez que sube el marcador. Ojalá pudiera agradeceros a cada persona de manera individual aunque solo fuera con una palabra. Invisibles somos para el mundo, un número mas que se suma o se resta, así es también en mi blog pero yo no olvidaré de que estáis ahí. Muchas gracias.