viernes, 31 de marzo de 2017

De la magia que nos envolvía,
el calor de las estrellas
meciendo nuestros cuerpos
en un vacío que dejó de serlo.
En la cara oculta de la luna,
saltando de un lado a otro
donde nadie podía vernos,
tan solo el universo lo sabía,
millones de estrellas,
millones de planetas,
ciegos para la tierra.
Magia, autentica magia
que nos permitía volar,
sobrevolar el mar,
jugando con las nubes,
atravesando tormentas
y salir empapados hasta los huesos,
pero sonriendo, riendo,
siendo felices, olvidando la vida
tan solo para vivirla.
Pero la magia se acaba,
no es eterna y la vida nos arrastra,
y en la vida no encontramos acomodo,
y la vida nos terminó engullendo
y fagocito la magia,
y en este mundo sin magia
también podemos ser felices,
pero siempre, al menos yo,
siempre la echaremos de menos.