jueves, 6 de abril de 2017

El mismo aroma,
el mismo nudo en el estómago,
sol y nubes, reflejo del pasado,
las mismas calles grises bajo mis pies,
una mínima ilusión,
desesperanza a raudales,
la sonoridad de la calles vacías,
el casi silencio vespertino.
Un lugar al que no volver,
para no sufrir, para evitar el dolor,
un lugar que no siempre puedo esquivar.
Me muevo rápido,
quiero escapar de allí,
de las sombras que me amenazan,
del pasado que me duele,
de un futuro vacío.
Tan solo unos minutos bastan
para que me invada la tristeza
para que mi sonrisa se borre,
para que unas lágrimas
que se niegan a salir
empañen mis ojos.
Huyo, huyo lejos, huyo de allí,
huyo en cuanto puedo,
pero no puedo huir de mi mismo,
de mi historia, de lo que llevo dentro.
El mismo aroma,
el mismo nudo en el estómago,
un lugar al que no volver,
el lugar donde habitan mis sueños.