Un día te conté que entré en un Bertiz cerca de mi trabajo a
tomar un café con una compañera y que sirviendo había una chica con una sonrisa
que me recordaba tremendamente a la tuya. No se si lo recordarás o no pero yo
lo sigo teniendo en la memoria. Y lo sigo teniendo porque en la época que
decidiste dejar de hablarme, de vez en cuando, me pasaba por allí para ver esa
sonrisa. Echaba y echo muchísimo de menos tu sonrisa. Ya sabes que en estos
sitios trabajan a turnos y no siempre que iba podía verla y desde que he vuelto
de vacaciones, aunque he vuelto a ir algún día, no ha estado nunca, supongo que
ya no trabajará allí. No tiene mas importancia pero ver esa sonrisa me
consolaba en cierta manera.
Tu sonrisa fue lo primero que vi de ti y, sobre todo al
principio, pensaba que era lo que hizo que me enamorara. El tiempo me ha hecho
darme cuenta de que la sonrisa era importante no en si misma si no por lo que
significaba, por lo que salía de tu interior cuando sonreías y sobre todo por
como me hacía sentir. No se si te lo he dicho alguna vez, casi seguro que si,
pero cuando quedábamos y al verme sonreías me derretía por dentro y me invadía
un sentimiento de felicidad. No necesitaba nada mas, el mundo desaparecía y
solo podía mirarte.
Pero no me enamoré de esa sonrisa, una sonrisa es demasiado
poco para todo lo que sentía y sigo sintiendo. A veces te veía como una persona
insegura y desprotegida y me moría de ganas de abrazarte. Todos nos sentimos
así a veces, pero no nos mostramos, nos escondemos y nos hacemos los duros o
las duras. No nos gusta enseñar la debilidad, pero que me le enseñaras
significaba mucho para mi. Otra veces te veía como una mujer dura con las ideas
claras, parece incongruente pero son las dos caras de la misma moneda, y en
esos momentos te admiraba y admiraba tu determinación especialmente porque
sabía también de tus debilidades y cuantas barreras personales tenías que
superar para llevar adelante esas ideas. Se también cuantas cosas sacrificaste
a veces innecesariamente. También me enamoraba esa mirada perdida que me
desconcertaba, te veía ausente del mundo, como una bella diosa a la que pasa su
alrededor le da igual. Creo que a veces simplemente no pensabas en nada otras
sin embargo creo que estabas sumida en pensamientos personales y hubiera dado
casi todo por conocerlos. Hubiera dado todo por estar en ellos.
Si, te veía y te sigo viendo bella. Muy bella. Se que no me
crees pero te veo como una mujer físicamente espectacular y se que no soy el
único. Me hacía sonreír como te miraban los tíos cuando íbamos juntos. Se que a
ti no te gustaba y que tampoco te lo crees pero a mi me salía ese sentimiento
de chulería y pensaba está conmigo morios de envidia. Pero ese envoltorio que
llevas, esa belleza exterior te nace de dentro. Se que ves mas tus defectos en
ese sentido que tus virtudes pero eres una mujer muy bella.
Cuando te veía sentada poniéndote el calzado en la alfombra
de la entrada de mi casa me quedaba embobado mirándote. Concentrada en que tus
cordones midieran exactamente lo mismo. No se, supongo también que también
significaba que te marchabas y eso siempre me ha producido un sentimiento de
vacío. Nunca era tiempo suficiente. Y cuanto mas estábamos mas corto se me
hacía. La semana que viene va hacer un año de aquellos días maravillosos que pasamos
juntos, ojalá hubieran sido mas largos, ojalá hubieran sido eternos.
Pero la eternidad no existe para los mortales y has decidido
llevar el escaso tiempo de una vida por senderos que no vuelvan a cruzarse con
los míos. Los míos siguen intentando cruzarse con los tuyos. Tú lo sabes soy
también un ser tremendamente inseguro y que siempre dudo, dudo tanto que a
veces se pasa el tiempo de dudar y los acontecimientos me superan. Contigo
intenté que fuera diferente, me equivoqué, en el equilibrio está la virtud
seguramente pero me hiciste superar mis límites, salí de mi zona de confort y
llegue a lugares de mi mismo a los que nunca había llegado. Y lo hice porque te
quería, porque te amo como nunca he amado a nadie.
Hoy, y cada día, recuerdo tu sonrisa y sueño con volver a
sentirla. Porque tu sonrisa no es una imagen es uno de mis más profundos
sentimientos. Forma parte de mi, de lo que soy y de lo que seré y de esa manera
vivirá en mi para siempre. Eskerrik asko.