miércoles, 21 de junio de 2017

He cambiado tener sueños por tener sueño todo el día. Joe que me paso todo el rato durmiendo y con estos calores ya ni te cuento. Soy como un koala, me duermo en cualquier sitio, 22 horas duermen al día los bichos, aunque he descubierto que los gatos también duermen lo suyo, entre 12 y 15 horas al día cuando son adultos. Tal vez la metáfora del gato sería mas correcta 8 horas de trabajo, ida y vuelta, mas los básicos de supervivencia como comer, cagar y el aseo me mantienen despierto como máximo 12 horas, el resto las paso durmiendo y que bien se está joder, si me pongo hasta despertador cuando hecho la siesta para no llegar tarde al curro. Siempre me han gustado los felinos, y siempre he querido parecerme a uno, son endiabladamente bonitos, elegantes, seductores pero esquivos y esos ojos preciosos que lo ven todo, a veces cariñosos a veces ariscos, lo que les apetece en cada momento. Pero lo que son las cosas de felino solo tengo el sueño, mis ojos de sapo cada vez ven menos, mi capacidad de seducción es comparable a la del ornitorrinco (si te gustan los tipos raros igual te resulto atractivo) y de bonito solo tengo una lata en aceite que me comí anoche y que si el cuerpo no ha excretado ya, no tardará en hacerlo. Pero que ostias, hay días que me miro al espejo y digo joder tío, pero mírate todo agilidad, fibroso, ese pelo que tienes tan suave, que si que soy un felino. Entonces me quito la camiseta y aparece una tolva que rietete tu de las hormigoneras. Claro, pues como los gatos castrados que tienden a engordar. Yo no estoy castrado ehhhhhhhhhhhhhhhhhhh, pero tengo exactamente el mismo número de relaciones sexuales, si entendemos por relación sexual algo implique dos o mas persona, porque si cuentan las unipersonales tengo una activa y diaria vida sexual. En fin, que estaba yo (aun con camiseta) delante del espejo admirando lo bueno que estoy y pensando en la oportunidad que se están perdiendo las mujeres y os podéis imaginar que me he puesto ahí a marcar unos bíceps que no tengo, con tan mala suerte que me ha dado un tirón en la espalda de puñetera madre. No digo yo que los felinos no se lesionen, pero seguro que no lo hacen por una tontería como esta. He pensado que era la excusa perfecta para no ir a trabajar y quedarme durmiendo pero no se yo si hubiera colado. Así que he terminado viniendo y me he puesto a escribir esto. Y voy a ir terminando que en la quinta línea ya se me estaban cerrando los ojos y voy a dar una cabeza como se hacía en los tiempos de parvulario (para los mas jóvenes educación infantil), sentado en la silla, los brazos apoyados en la mesa, y sobre los brazos la cabezaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa……. Perdón por el exceso de aes pero es que me he quedado dormido por un instante. Buenas siesta.