Pasaban los días y Ram acompañaba siempre
a su amigo desde su encierro en las instalaciones. Estaba siempre atento a él,
intentaba ayudarle en todo lo que podía pero cada vez hablaban menos. Vio con
tristeza como su amigo se perdía en su viaje y frecuentaba bares de mala muerte
hasta altas horas de la madrugada emborrachándose una y otra vez. Parecía que
se hundía de nuevo. El sabía su historia, sabía que en el momento en que ella
decidió que todo había terminado él se negaba a creerlo, sabía que había
intentado contactar con ella, que había ido a buscarla pero que no había
querido forzar una situación que ella no deseaba, sabía lo que había sufrido,
los momentos de angustia y tristeza por los que había pasado. Sabía que en
algún momento había asumido ya que su sueño era imposible pero una y otra vez
lo negaba. Y ahora le veía hundirse de nuevo, sumergiéndose en una vida en la
que nada parecía importarle, un círculo vicioso de autodestrucción del que no
era capaz de salir. Le entendía, ¿qué importancia tiene la vida cuando pierdes
lo que mas amas, la persona que amas y da sentido a tu vida? ¿qué sentido tiene
la vida cuando la felicidad se escapa entre los dedos? ¿para qué vivir si aun
estando rodeado de gente siempre te sientes solo?. Pero la vida tiene sentido
en si misma, y aunque Ram no lo veía para si mismo porque en ese momento estaba
pasando exactamente por lo mismo que su amigo, pero lo veía con claridad para
su amigo. Siempre hay motivos para vivir y esperaba que su amigo los
encontrara. Lo que estaba haciendo por la doctora Roes era uno, pero
encontraría otros, tal vez cosas menos importantes, tal vez cosas que dieran
tan solo un sentido a momentos de su vida, encontrar algo que te llene tanto
como el amor verdadero es complicado pero la vida siempre tiene sorpresas y
merece la pena vivirla. Sus ojos eran tristes, pero Ram supo leer en ellos a
pesar de todo las ganas de vivir.
Y su amigo despertó a la vida. Había
estado actuando como un autómata, como la haría cualquier robot, como lo haría
el mismo, respondiendo a una programación, a una idea, la idea de poner luz
sobre lo sucedido con la doctora Roes. Ambas se parecían tantos que para su
amigo era en cierta forma una manera de seguir unido a ella, seguramente sin
este parecido nada le hubiera movido a meterse en esto a pesar de estar su
propia vida en riesgo. Pero visitó la
casa de la doctora y despertó, convivía todavía con la melancolía,
probablemente conviviría con ella lo que le quedara de vida, pero se sintió
cerca de un ser humano, un ser humano que había transformado el mundo y que
había muerto por ella. Y sintió dolo y sintió las ganas de desmontar un
entramado que cubría todo con un manto de mentira socialmente aceptable, que
protegía ese sistema en el que su amigo siempre había sentido que vivían como
esclavos. A veces la esclavitud es mas sencilla que la libertad, siendo
esclavos tenemos nuestras necesidades básicas cubiertas, comemos, dormimos,
tenemos amigos e incluso nos permiten amar. La libertad es mas complicada,
nadie nos dicta lo que tenemos que hacer, nadie nos dice lo que está bien y lo
que está mal, tenemos que buscar nuestro propio sentido a la vida y eso, aunque
no lo parezca es bien dificil. Escribir tu papel en la vida es infinitamente
mas complicado que interpretar el que te asignan, lo hacemos desde tan pequeños
que ni nos damos cuenta que ese papel tan solo es un papel aprendido.
Ram había sido programado, lo sabía y
ahora que la vida se había abierto camino por su bio-circuitería se daba cuenta
de que vivir era infinitamente mas complicado que responder a su programación,
de que sentir lo dificultaba todo aun más, se daba cuenta de que la realidad
era una pero era interpretable, se daba cuenta de que no había una manera
acertada de vivir, de que la vida era iniciar caminos que no sabías nunca a
donde te iban a llevar, que la incertidumbre es mas incomoda, que salirse de
los parámetros preestablecidos te saca de la confort y sin embargo saliendo de
esa zona de confort es como se crece en la vida. No, la vida no tiene un único sentido,
tiene tantos como cada persona quiera darles, la felicidad se puede encontrar
de mil maneras pero la ética personal debería señalar que no todo vale, que
vivimos en sociedad y que todas las personas tienen derecho también a ser
felices. Una sociedad de vencedores y vencidos como en la que estamos viviendo
tan solo demuestra lo que de animales hay nosotros, dónde solo importa nuestra
subsistencia, la vida, es una cosa, ser humano es otra.
Todos aquellos pensamientos le
debilitaban, sus sentimientos le debilitaban, el amor por ella le debilitaba,
colapsaba sus sistemas y Ram sentía que moría poco a poco. Confía en resistir
al menos lo suficiente como para ayudar a su amigo a poner luz sobre la muerte
de la doctora Roes, sobre la muerte de su “madre”.