miércoles, 5 de noviembre de 2014

Tu botas negras caminan sobre la lluvia,
no se si te das cuenta
pero yo voy dando saltitos a tú lado.
Hay días que soy sombra,
la sombra de un hombre
bajo la luz mortecina de una farola
en la noche más oscura.
La sombra camina junto a ti dando saltitos.
Hay días que soy luz,
la luz del brillo de un planeta,
una luz extraña pero intensa,
una luz que nunca ciega.
Y mi luz camina junto a ti dando saltitos.
Hay días que soy mar,
que soy desierto,
que soy un día despejado
o una nube negra de tormenta,
hay días que soy una pradera
y otros que soy bosque cerrado,
una nívea montaña en un cielo soleado,
el cuarto creciente de una luna,
un cuarto menguante muy menguado.
En realidad da igual como me sienta,
no se si te das cuenta,
pero siempre voy dando saltitos a tu lado.