lunes, 20 de octubre de 2014

Solo quiero descansar,
poder dormir a pierna suelta
como aquellos tiempos
en que no existían las preocupaciones.
Tiempos tan lejanos.
Un día, tan solo un día,
acostarme colmado de felicidad,
pleno de inconsciencia,
sonriendo al mundo.
Día que no llega.
Me toco la cara y nada cambia,
pero ni tan siquiera los dedos son los mismos,
demasiados años para encontrarme
y ahora soy tan diferente.
Demasiados años, tal vez demasiados.
Los ojos se me cierran,
en eternos parpadeos de cansancio,
pero no duermo, no consigo dormir,
así es la espera.
Eterna es la espera.
Mañana, tal vez mañana,
pueda por fin dormir de noche
porque, quizás mañana,
haya vivido mis sueños.