Siendo ácido el limón se veía
amargo. Los demás, los demás le veían de mil formas diferentes, para cada
persona podemos ser una cosa diferente, depende de la propia subjetividad de la
persona y de cómo nos hayamos relacionado o dejado de relacionar con ella, a
veces basta una mirada para hacer un juicio sobre una fruta o una persona. Pero
en general, la mayoría de las personas, lo veían dulce, curiosamente como al él
le gustaría ser. Y es que cuando deseamos algo, cuando nos gustaríamos mas a
nosotros mismos siendo de una determinada manera, caminamos hacia ese destino
incluso sin darnos cuenta. Y deseando ser dulce, siendo ácido y creyéndose amargo,
en el paladar dejaba ese agradable regusto que él deseaba pero no creía dejar.