viernes, 19 de diciembre de 2014

Una frontera que separa dos mundos,
dos realidades, dos vidas.
Tan cerca y tan lejos,
solo un mar nos separa,
algo inmenso a veces
de tiempos infinitos,
otras veces tan solo una bahía
apenas un instante.
Una bahía dónde nadar,
dónde nuestras vidas se mezclan
al ritmo que marcan las olas
mecidas por la luna.
Una bahía donde poder encontrarse
en días de sol para enamorarnos,
en días de lluvia para compartir tristezas,
pero siempre acompañados de sonrisas,
de abrazos, de besos, de ti, de mi,
de nosotros.
Tal vez no era lo que buscábamos
pero en ese mar a la vez tan grande y tan pequeño,
en ese mar tan en calma y tan embravecido,
y sobre todo ese tan mar impredecible,
en ese mar nos hemos encontrado.