miércoles, 17 de diciembre de 2014

Ayer vi tus ojos,
los miré mil veces,
mil millones de preciosos instantes.
Los vi cansados,
tristes,
llorosos,
enfadados,
alegres,
con la mirada perdida,
observadores,
analizando,
comprensivos,
compasivos…
Ayer los vi, los miré mil veces,
y los vi de mil formas diferentes,
siempre profundos,
siempre bellos.
Y me miraron,
me miraron a mi,
a mis ojos
y tal vez vieran cosas parecidas.
Pero no quiero hablar de eso.

Quiero hablar de esa mirada sostenida,
de esa mirada profundamente silenciosa,
de esa conexión que se creó entre nuestros ojos.
Medio desnudos,
con nuestra sexualidad en plena efervescencia,
el mundo se para, la vida se para,
y tan solo nos miramos,
nos miramos a los ojos,
para perdernos el uno en el otro,
sin invadirnos, sin perturbarnos,
y encontrarnos en lo mas profundo,
en algo que no llego a comprender
ni mucho menos a poder expresar con palabras.
Serenidad, paz, equilibrio.
¿amor?
Felicidad absoluta
No se, las palabras son todas obscenas para describirlo.
Tus ojos son preciosos cuando huyen por la vergüenza,
cuando miran como ayer son el mayor espectáculo del mundo.
Nada puede superarlo,
nada puede soñar con igualarlo.
La mirada más maravillosa.
Sabes que recuerdo muchos de nuestros momentos,
sabes que algunos son para mi muy especiales,
sabes que algunos no los olvidaré nunca
pero esa mirada, ese momento, vivirá en mi siempre.
Cuando llegue el momento de cerrar los ojos
podré hacerlo recordando esa mirada.