Mis manos paseando por tu cuerpo,
subiendo con mis dedos por tu espalda,
jugando con tus manos,
rozando con mis yemas la comisura de tus labios,
danzando alrededor de un obligo que no encuentro,
aferrándome con fuerza a tus caderas,
disimulando para tocar tus piernas,
haciéndote cosquillas bajo el brazo,
pellizcándote el codo,
contando las pecas de tu nariz,
separándote el pelo de la cara,
separándotelo también del cuello solo para poder tocarlo,
y abrazándote, abrazándote una y otra vez, abrazándote siempre.