viernes, 27 de junio de 2014

Casi un cuento para Rita

Si, os lo digo yo, las brujas tienen mala fama pero si os paráis a observarlas un poco y lo pensáis detenidamente las brujas no tienen nada de malas. Vale, es cierto, tienen esas verrugas en la cara y ese rostro de estar siempre enfadadas y dan un poquito miedo aunque sean pequeñas. Pero atreveros a mirarla a los ojos… entonces si que tendréis miedo, pero será un miedo diferente.
Que si, que ya se que cuando hablas con ellas, si te contestan lo hacen de una manera que parece que no quieren hablar contigo, en realidad parece que no quieren hablar con nadie, es mas, a veces puede parecer que están a punto de morderte pero seguid hablando con ellas y os daréis cuenta de que no es así. Os daréis cuenta de que solo tienen cuidado de con quién hablan.
¿Qué por qué tienen cuidado? Si me preguntáis eso es que no sabéis nada de la historia de las brujas. Las brujas siempre se han dedicado a cuidar a los que tenían alrededor pero como eran diferentes siempre nos han asustado y no las hemos tratado muy bien. Así que ahora tratan de ocultarse, de pasar desapercibidas, de ser invisibles para el mundo, pero es solo para que no les hagan daño.
Si tienes la suerte de encontrarte una, y te advierto que no te será fácil, no dejes de hablar con ellas. Ten paciencia, además de precavidas son muy tímidas y tienes que comprender que están arriesgándose al hablar contigo, no saben quién eres e igual resultas ser uno de tantos que las quieren hacer daño.
¿Qué porque deberías hablarlas? Pues casi prefiero que lo descubras tu mismo pero si quiero decirte que desde que yo hablé con una llevo siempre una sonrisa puesta. Eso si una advertencia, como todo en la vida tiene un precio, quedarás enganchado a su sonrisa eternamente y si tienes la fortuna de que te miren a los ojos, aunque sea así de reojillo, jamás te volverá a parecer nada bello porque estarás deslumbrado por la auténtica belleza.