lunes, 11 de diciembre de 2017

Los días pasan, pasan los meses y cada día se hace un poco más duro aguantar en lo físico la traya que me están metiendo. En la cabeza sin embargo se abre una pequeña esperanza a la curación total. Hago vida normal si, pero cada vez me encuentro más limitado y estos días cortos, fríos y lluviosos no ayudan demasiado a esa pretendida normalidad. Cada vez me veo más obligado a pasar más tiempo en casa. Tengo ganas de que llegue la temida cirujia, que pase el tiempo y sigamos dando pasos y que por fin llegue la primavera. Supongo que esta primera fase se prolongará mucho y debo de ser paciente pero aunque se de la cronicidad de la enfermedad, mi deseo es llegar cuanto antes a un periodo en que pueda estar sin quimioterapia y poder hacer realmente vida normal aunque esa vida normal incluya trabajar ejjejjej
Cada día recuerdo este blog. Recuerdo como empezó y en lo que se terminó convirtiendo. Esa es la fuerza que tiene el amor. Un amor que sigo sintiendo aunque hace ya mucho tiempo que el amor decidiera abandonarme. Pero, es lo que hay ¿No? Algún día volveré a escribir más a menudo, algún día volveré con historias diferentes a las de esta enfermedad por la que estoy pasando pero ahora no puedo porque a pesar de todo el mayor malestar que siento no viene de la quimioterapia, no viene de este puto cáncer, viene del vacío que siento en mi alma. Pudo ser y no fue. Me apeno cada día por las cosas que hice mal y que no contribuyeron a que fueran aunque también pienso que puse mucho de mi parte y recibí menos, era normal recibir menos, ¿Pero realmente tanto menos? Me tragué mi orgullo una y otra vez y ese tal vez fue mi error, pedí perdón por cosas de las que no era culpable... En fin ya no tiene sentido echar a vista atrás cuándo se que todo quedó precisamente ahí, atrás, en el pasado. Fui feliz con eso me quedo.