Días de negro sobre gris,
se me asoma una sonrisa
en cada letra volcada
y lanzada por los aires.
Cada palabra es mejor
y parece que no acaban,
regalan mis pensamientos
y nunca me piden nada.
Y procuro devolver
un beso en cada palabra
que rompe mi soledad.
Y así se pasan las horas
volando por eso cielos
de nubes algodonadas.