martes, 14 de septiembre de 2010

Allí, dónde todos los ojos son claros,
donde la verdad parece mentira
porque la mentira es lo único cierto.

Allí, dónde los espacios son infinitos,
y por mucho que alargues tu mano
jamás podrás sentir el tacto de nada

Allí, dónde las miradas son pétreas y frías,
y los instantes se congelan
mientras fluye la vida.

Allí, esperando a que todo llegue,
a que no llegue nada,
a que nada pase mientras pasa algo.

Allí, escondida tras una imagen falsa,
escondiendo su ingenio, su belleza,
su fuerza, su color, el color de la vida.

Pudriéndose en conversaciones vanas,
aguantando impertinencias, aguantando el dolor,
sujetando el alma apenas con la punta de los dedos.

Allí, allí mismo estaba,
sonriendo a la vida en la espera,
esperando un instante de vida.

Y lo encontró, allí,
allí dónde era imposible,
allí dónde no había nada.