viernes, 24 de junio de 2011

Si la noche te despierta
acariciándote con el frescor de su brisa,
iluminándote con el fulgor de su luna,
solo puedes salir y sumergirte en ella.

La magia de la noche
despierta el fuego de los corazones,
prende la chispa de la vida,
enciende el brillo de tus ojos.

La noche es miedo,
la noche es frío, soledad,
misterio, oscuridad,
brujas y demonios…

Pero la noche
también es sueños, esperanzas,
fuegos de artificio y fiesta,
el calor de una charla alrededor
de una hoguera;
la noche es brujas y demonios.

Disfruta en la noche del pecado,
de lo prohibido,
quema en su fuego
todo lo que te atormenta,
que la noche se lleve tus demonios,
y que cuando llegue el día
seas un alma nueva,
tal vez tan solo para volver a quemarla en la noche.