miércoles, 24 de agosto de 2016

En  otros mundos donde nuestra imaginación no llega,
mundos irreales, imposibles,
mundos que tal vez no existan nunca
porque nunca nadie creyó en ellos.
Esos son nuestros mundos,
los únicos en los que podemos encontrarnos,
lejos de la realidad, de la vida,
de los sueños vacíos y las esperanzas perdidas.
Mundos donde la verdad es posible.
Dejé de creer.
Dejé de imaginarlos.
Y cada día se desvanecen tras una niebla
de unos tiempos grises que consumen un tiempo
que camina con paso inexorable hacia la muerte.
Y camino con él, como muerto sin vida,
como vida sin alma, como alma vacía.
Tan solo otro caminante mas fingiendo tener una vida.
¿Y qué? ¿acaso importa? No. Ya nada importa.
Ya no hay puertas abiertas ¿qué mas da el resto?
Ahora conozco el poder de tu sonrisa,
ahora se porque nunca supe describirla,
me cambiaba a mi y me transportaba
a esos mundos imposibles donde la imaginación no llega.

Tu sonrisa, ojalá tan solo me atreviera a volver a soñar con ella.