martes, 12 de mayo de 2015

Abro los ojos, sobre mi un techo blanco.
El marrón sapelli barnizado cruje bajo mis pies,
hay polvo por las zonas que no piso,
ni me acuerdo de la última vez que limpié.
El gres blanco de la cocina enfría mis pies,
voy descalzo, acabo de darme cuenta,
mis ánimos no podrían estar mas fríos.
Zapatillas negras se arrastran
sobre un mar de aceras grises,
¿una flor? no se lo que es,
tampoco importa, es gris.
Blanco sobre el casi negro del asfalto,
tal vez debiera haber mirado el color del semáforo.
En la oficina los suelos son gris claros.
Un teclado negro con letras blanca,
una pantalla blanca y letras negras.
Palabras, palabras, mas palabras,
frases que carecen de sentido.
Escribo para sobrevivir,
tal vez algún día vuelva a la vida.
Y vuelta a la baldosa gris, al blanco sobre negro,
al gres blanco, al marrón sapelli,
al blanco del techo.
Apago la luz. Todo está oscuro.
Cierro los ojos. Todo es negro.