lunes, 7 de noviembre de 2011

No hay nada mas, nada. Eras tan solo una excepción en aquel cajón lleno de caras falsas. Cada vez que encontraba una sonrisa se iluminaba una esperanza pero nada, no hay nada más. Rostros sin palabras, cuerpos sin alma y algún que otro verso sin rima que no es capaz de encender mi pasión.
Nada, no hay nada más. Seguiré buscando porque has dejado un vacío en un lugar que ni tan siquiera sabía que existía. Pero ahí está, llorando en lágrimas cargadas de la sal de un mar demasiado lejano.
Tu ahí, tan lejos, yo aquí, demasiado cerca de mis pensamientos, demasiado cerca de las sonrisas; demasiado cerca, y echándote terriblemente de menos.
No sabes como lamento no poder haber conseguido que sintieras lo que yo sentía. No sabes como lamento no haberte podido devolver la felicidad que me diste. No sabes como lo lamento; pero supongo que nadie manda en los sentimientos y menos aun en los de otros.
Y en cuanto termine de escribir estas palabras me sumergiré de nuevo en la búsqueda en ese cajón de caras para encontrar de nuevo una sonrisa que se desvanezca al llegar la noche.
No hay nada mas, nada. Y ahora eres la excepción que abandona mi universo.